El fármaco ruso Sputnik V "tiene una eficacia declarada superior al 90%. Espero que las autoridades europeas e italianas la autoricen lo antes posible", acotó Vaia.
El director sanitario del Instituto romano destacó la particularidad del medicamento ruso que utiliza un doble vector y puede conservarse en frigoríficos, a diferencia de las vacunas de Pfizer y Moderna que requieren temperaturas de conservación muy bajas.
En cuanto al fármaco elaborado por la empresa farmacéutica italiana ReiThera, Vaia explicó que ya superó la primera fase de pruebas y demostró resultados muy buenos.
"El principio utilizado en esta vacuna consiste en estimular una respuesta inmunitaria a través de un adenovirus de gorila con un código genético de la proteína Spike del coronavirus, la cual permite al COVID-19 entrar en las células humanas para reproducirse", explicó el experto.
Si la experimentación da resultados buenos en las fases ulteriores, la vacuna italiana "podría empezar a producirse en el mes de septiembre", dijo Vaia.