El aguacate es uno de los productos más solicitados en el mundo, sobre todo en Estados Unidos, donde el guacamole se ha convertido en una de las botanas más solicitadas. Por ello, cada que se acerca el Super Bowl, los agricultores mexicanos se alistan para enviar miles de toneladas de aguacate y esta ocasión no fue la excepción, pues a pesar de la pandemia la exportación de este fruto tuvo un crecimiento del 4%.
De acuerdo con la la Asociación de Productores Empacadores y Exportadores de Aguacate de México (APEAM), para la última edición del Super Bowl, celebrado el pasado 7 de febrero entre Kansas City y Tampa Bay, México envió 132.000 toneladas de aguacate a Estados Unidos.
Sobre el tema, la APEAM explicó el pasado seis de febrero que "las semanas previas al Super Bowl y el día del gran juego son una de las mejores temporadas para las exportaciones de aguacate, al igual que el 5 de Mayo".
Para la campaña de 2021, las figuras que patrocinaron el aguacate mexicano en Estados Unidos fueron Troy Aikman, ganador de tres anillos de campeonato con Dallas Cowboys, y Erin Andrews, una de las presentadoras deportivas más reconocidas en Estados Unidos.
El origen del guacamole en el Super Bowl
La creciente popularidad del aguacate dentro de la población estadounidense no tiene un origen claro, pero se cree que una de las razones se debe a que la presencia de la comunidad latina ha aumentado en las últimas décadas.
Por ello, no es extraño que una de las botanas más solicitadas en Estados Unidos sea precisamente el guacamole, un platillo de origen mexicano; pero que, preparado al estilo estadounidense, ha adoptado el nombre de guacachips —totopos con guacamole—.
De igual modo, destaca el hecho de que EEUU quitó el veto a la compra de aguacate mexicano en 1997, pues se creía que traía plagas que ponían en riesgo los cultivos; pero hace más de dos décadas los productores michoacanos demostraron que la fruta proveniente de México estaba libre del gusano barrenador.
De esta manera, desde 1997 México reinició las exportaciones de aguacate a su vecino y, con ello, aumentó la demanda de este producto. De acuerdo con datos de la APEAM, el consumo del fruto pasó de 500 gramos a 3,5 kilógramos per cápita.