"Me parece importante que se avance en esas investigaciones porque se tiene que conocer la verdad, se tiene que conocer quiénes perpetraron ese acto terrorista, se tiene que saber qué otra clase de vínculos hay, tanto desde la política como desde organismos de seguridad", dijo Duque en diálogo con la estatal Radio Nacional de Colombia.
El 7 de febrero la Fiscalía General de la Nación anunció que abrió investigación y ordenó la captura con fines de indagatoria del ex dirigente de las FARC Iván Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, por su presunta participación en el entramado criminal del que fueron víctimas Gómez Hurtado y su escolta.
"Lo que yo valoro es la actitud decisiva de la Fiscalía de llegar a la verdad porque sabemos que detrás de ese hecho hay manos oscuras de muchos lugares, y esperamos que una vez se conozca la verdad, caiga todo el peso de la ley a quienes propiciaron ese acto, que es un crimen de lesa humanidad y que, por lo tanto, es imprescriptible", agregó Duque.
El pasado 10 de diciembre, el senador de Comunes, partido que representa a ex integrantes de las FARC, Julián Gallo, conocido como Carlos Antonio Lozada, compareció ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP, justicia transicional) por el caso de Gómez Hurtado, de quien dijo fue asesinado por orden directa del Secretariado de las FARC porque "hacía parte de una oligarquía retardataria", responsable de "haber desatado un conflicto" que se prolongó por más de 50 años.
En el tiempo que sucedió el crimen de Gómez Hurtado, Iván Márquez integraba el Secretariado de la guerrilla, por lo que ahora la Fiscalía indagarlo, pese a que es prófugo de la justicia colombiana y que las autoridades señalan que se refugia en Venezuela con otros ex miembros de las FARC.
Los pasados 30 de septiembre y 6 de octubre de 2020, en dos comunicados, el partido Comunes reconoció que el antiguo grupo rebelde de las FARC cometió el atentado contra Gómez Hurtado.
La declaración de los antiguos líderes de las FARC sobre su responsabilidad en el hecho ha sido recibida con reproche y escepticismo por parte de varios sectores, entre ellos la propia familia del político, que desde años atrás señala al expresidente y exsecretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper (1994-1998), de ser el responsable directo del magnicidio.
Según esas versiones, Samper habría ordenado el asesinato de Gómez Hurtado (1919-1995) debido a las denuncias que éste hacía en medios de comunicación de su propiedad sobre los vínculos de su Gobierno con el narcotráfico.
Aquellos que sostienen esa versión, aseguran que ahora los exFARC se abogan el atentado como una "retribución" al apoyo de Samper al proceso de paz en La Habana y a sabiendas de que, según la justicia transicional, los exguerrilleros no pueden ser encarcelados por ese y otros crímenes.
De acuerdo a lo que informó la Fiscalía, una fiscal delegada ante la Corte Suprema de Justicia encontró elementos que darían cuenta de la supuesta responsabilidad de las FARC en el magnicidio.