"El Nord Stream 2 es un proyecto de un grupo de empresas privadas, y no podemos impedir que las empresas lo construyan si el Gobierno alemán está de acuerdo", dijo Stano.
Al mismo tiempo, destacó que "si estas empresas completan la construcción del gasoducto, deben saber que tendrán que actuar de acuerdo con la legislación de la Unión Europea" en el ámbito de energía, agregando que "es lo máximo que podemos hacer a nivel de la UE".
Más temprano esta semana, el ministro de Exteriores de la República Checa, Tomas Petricek, llamó a la UE a volver al tema de sanciones contra Rusia, incluyendo el Nord Stream 2, en respuesta a la sentencia de 3,5 años de prisión dictada al opositor ruso Alexéi Navalni en Moscú.
El jefe de la oficina presidencial polaca, Krzysztof Szczerski, también se expresó a favor de las sanciones contra el proyecto.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Austria se pronunció en contra de que las sanciones por el caso Navalni afecten el Nord Stream 2.
Alemania hizo una declaración similar, afirmando que su posición respecto al gasoducto queda sin variar. El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, subrayó que el Nord Stream 2 es un proyecto económico y no político y, por lo tanto, debe completarse.