"Según los resultados de estas investigaciones, no se nos ha proporcionado ninguna información que demuestre realmente la validez de las acusaciones contra las autoridades rusas. Si nos acusan, que demuestren la culpabilidad. Y si se dice: 'No voy a contar nada porque es secreto' o porque el propio paciente no lo permite, entonces tenemos todos los motivos para creer que se trata de un montaje", dijo Lavrov durante una reunión con su homóloga de Suecia, Ann Linde.
En este sentido, añadió, Rusia espera que Suecia sea transparente a la hora de proporcionar a Rusia datos sobre Navalni.
"Esperamos transparencia y honestidad de nuestros colegas suecos en este asunto", señaló el canciller ruso.
El bloguero y opositor ruso Alexéi Navalni permaneció en Alemania desde finales de agosto de 2020, donde se sometió a un tratamiento después de haberse descompensado durante un vuelo doméstico en Rusia. Más tarde, su portavoz afirmó que el bloguero había sido envenenado con una sustancia tóxica. El Kremlin lo niega y considera dicha versión infundada. El Gobierno ruso solicitó a Berlín facilitar pruebas.
Navalni fue arrestado el 17 de enero en un aeropuerto de Moscú cuando regresaba de Alemania, al día siguiente la Justicia rusa condenó al opositor a 30 días de prisión preventiva.
A Navalni se le imputan los delitos de estafa contra la empresa de productos de belleza Yves Rocher y apropiación ilícita de fondos de la maderera Kirovles. El opositor rechaza todas las acusaciones en su contra y las considera políticamente motivadas.
Regreso de EEUU a Cielos Abiertos
Lavrov también declaró Rusia enfocará de forma "constructiva" la posible reincorporación de Estados Unidos al Tratado de Cielos Abiertos.
"En caso de que Estados Unidos decida reincorporarse al tratado, Rusia lo enfocaría de forma constructiva", dijo Lavrov.
El ministro señaló que Rusia aún no ha iniciado el proceso de salida del Tratado de Cielos Abiertos.
"Solo anunciamos haber tomado esa decisión, pero el proceso de retirada empezará solo después de notificarlo oficialmente a los signatarios del acuerdo", explicó Lavrov.
El Tratado de Cielos Abiertos, suscrito en 1992 en Helsinki, permite a los observadores militares realizar vuelos de vigilancia aérea para obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
El acuerdo, vigente desde 2002, aglutina actualmente a 31 países europeos más Turquía y Canadá. La mayoría son miembros de la OTAN.
Después de que Washington diera el portazo en noviembre de 2020, Moscú pidió a las naciones europeas garantías vinculantes de que no entregarían a los estadounidenses los datos obtenidos durante los vuelos de inspección, una propuesta que no ha sido respondida.
EEUU estaba presionando a sus aliados para que le entreguen datos sobre Rusia, a pesar de que está prohibido compartirlos con las naciones ajenas al acuerdo.