"Es una práctica habitual que las misiones diplomáticas de todo el mundo observen juicios en el país anfitrión", declaró la Embajada a Sputnik.
Agregó que la misión varias veces solicitó a las autoridades rusas la posibilidad de seguir el proceso judicial de forma remota, pero no recibió ninguna respuesta.
"Sin embargo, los diplomáticos estadounidenses en Moscú están siguiendo de cerca el caso Navalni y están monitoreando los materiales de prensa relacionadas con las audiencias", dijo.
La Embajada de EEUU en Rusia precisó que en la sesión del Tribunal de la Ciudad de Moscú sobre el caso de Alexéi Navalni no están presentes diplomáticos de EEUU.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia constató previamente que al Tribunal de la Ciudad de Moscú, donde se realiza la audiencia judicial del opositor, acudieron unos 20 diplomáticos de países occidentales como Estados Unidos, Bulgaria, Polonia o Letonia.
Además, un representante de la Embajada de Austria aprovechó la oportunidad para asistir a la audiencia judicial del caso del opositor ruso Alexéi Navalni en el Tribunal de la Ciudad de Moscú en calidad de observador, declaró a Sputnik un representante de la entidad diplomática.
"El tribunal dio a los diplomáticos la oportunidad de asistir a la sala del tribunal como observadores; esta oportunidad fue aprovechada por un representante de la Embajada de Austria", dijo el interlocutor de la agencia.
Señaló que el diplomático austriaco tuvo por objetivo "seguir directamente el juicio".
El Ministerio de Exteriores de Rusia constató previamente que al Tribunal de la Ciudad de Moscú, donde se realiza la audiencia judicial del opositor, acudieron unos 20 diplomáticos de países occidentales como Estados Unidos, Bulgaria, Polonia o Letonia.
Según la portavoz de la Cancillería, María Zajárova, "ya no es solo una injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano", sino la revelación de un "papel reprobable e ilegal del Occidente colectivo en su intento de contener a Rusia".
Navalni permaneció en Alemania desde finales de agosto de 2020, donde se sometió a un tratamiento después de haberse descompensado durante un vuelo doméstico en Rusia. Más tarde, su portavoz afirmó que el bloguero había sido envenenado con una sustancia tóxica. El Kremlin lo niega y considera dicha versión infundada. El Gobierno ruso solicitó a Berlín facilitar pruebas.
El 17 de enero, el bloguero opositor ruso Alexéi Navalni regresó de Alemania a Rusia y fue arrestado en un aeropuerto moscovita.
El 18 de enero, la Justicia rusa lo condenó a 30 días de prisión preventiva.
A Navalni se le imputan los delitos de estafa contra la empresa de productos de belleza Yves Rocher y apropiación ilícita de fondos de la maderera Kirovles. El opositor rechaza todas las acusaciones en su contra y las considera políticamente motivadas.
Según el Servicio Penitenciario (FSIN, por sus siglas rusas), los términos de libertad condicional otorgada en 2014 a Navalni por un delito de lavado de dinero suponen que el opositor tenía que presentarse ante las autoridades dos veces al mes hasta el 29 de diciembre de 2020, pero no lo hizo en varias ocasiones el año pasado. Por ello, el FSIN solicitó el 11 de enero hacer efectiva la pena suspendida de tres años y medio, lo que la víspera fue avalado por la Fiscalía General.
En tres ocasiones anteriores, los tribunales rusos habían desestimado solicitudes similares del FSIN, pese a que solo en los últimos tres años, según este organismo, Navalni incumplió casi 60 veces la obligación de comparecencia periódica. De acuerdo a la legislación rusa, el incumplimiento de esta obligación puede acarrear la revocación de la suspensión de la condena.