"Venezuela rechaza enfática y enérgicamente las palabras desafortunadas del presidente de Guyana, pronunciadas el día 30 de enero de 2021, con las que procura fabricar un conflicto en la región, faltando abiertamente a la verdad y al apego al Derecho Internacional", escribió el canciller Jorge Arreaza en su cuenta de Twitter.
En sus declaraciones, Alí exigió la liberación inmediata de la tripulación y los barcos, y destacó que estaba dispuesto a conversar con el presidente Nicolás Maduro, solo si eso ocurría, y si en el encuentro no se abordaba el diferendo territorial por el Esequibo.
Las autoridades venezolanas aseguraron que se trata de una "burda manipulación" de los hechos, e insistieron en que el presidente guyanés quiere presentar hechos rutinarios de custodia de las aguas como una agresión con su país.
El incidente de las embarcaciones pesqueras se suma a la diferencia entre ambas naciones por un territorio de unos 160.000 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo, que será analizada en febrero por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), órgano que se declaró competente para tal fin, pese a la negativa de Venezuela.
En el texto, Venezuela no descartó que detrás de la postura de Guyana estén los equipos de asesoría jurídica de ExxoMobil, y recordó que su país publicó la geolocalización de las embarcaciones al momento de la interceptación realizada por la armada.
Ante esta nueva tensión, Venezuela reiteró su llamado al diálogo con Guyana, con el objetivo de establecer una relación integral bilateral respetuosa.