"No es un problema de geopolítica, es una carrera contra las mutaciones", afirmó D’Amato.
Según el consejero, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) "debe espabilarse, desburocratizarse y ser más rápida (…) Creo que no es posible que en Inglaterra ya usen la vacuna de AstraZeneca desde hace un mes. La EMA nos tiene que decir sí o no, no puede tergiversar. Lo mismo vale para la Sputnik".
Además, el país debería invertir más en su propia vacuna, en la que está trabajando la empresa ReiThera, ya que este fármaco "permitiría a Italia programar su campaña de vacunación sin depender de nadie".
"Estamos verificando la duración de la inmunidad después de la vacunación, pero ya se dice que el fármaco anti-COVID se aplicará una vez al año, como el que se usa contra la gripe. Por eso tenemos que ser independientes", destacó D’Amato.
Durante la semana pasada Italia se enfrentó con retrasos en la distribución de la vacuna Pfizer, la única disponible en el país mediterráneo hasta el momento.
Las autoridades italianas valoran la opción de presentar un recurso contra la empresa farmacéutica por no respetar los acuerdos firmados.