"La manifestación transcurrió pacíficamente, pero al final un grupo intentó marchar hacia el centro (...) Intervenimos y realizamos varias detenciones", señaló la portavoz de la Policía, Ilse Van De Keere, en declaraciones recogidas por el periódico LeSoir.
Las protestas se intensificaron en Bélgica tras la muerte de un inmigrante guineano de 23 años el 9 de enero en extrañas circunstancias después de que fuera detenido por agentes policiales.
El pasado 13 de enero en otra movilización los manifestantes incluso apedrearon el vehículo del rey Felipe de Bélgica, según varios medios.