Alexéi Navalni regresó de Alemania a Rusia el 17 de enero y fue detenido en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo.
A Navalni se le imputan los delitos de estafa contra la empresa de productos de belleza Yves Rocher y apropiación ilícita de fondos de la maderera Kirovles. El opositor rechaza todas las acusaciones en su contra y las considera políticamente motivadas.
"Vemos cómo han aprovechado las noticias de ayer sobre el regreso de Navalni a Rusia. Se nota la alegría con la que se dan los comentarios, casi todos iguales. La alegría, porque esto permite a los políticos occidentales pensar que así podrán desviar la atención de la profunda crisis en la que se encuentra el modelo de desarrollo liberal", dijo Lavrov.
El ministro se mostró convencido de que "no se debe buscar motivos externos para justificar nuestras propias acciones o desviar la atención de nuestros propios problemas y crisis, sino que, al contrario, se debe jugar honestamente y buscar la oportunidad para resolver sus problemas internos en una cooperación internacional honesta e igualitaria".
"Ahora nadie es capaz de hacer frente a sus problemas sin la participación de formatos multilaterales internacionales", subrayó.
Lavrov reiteró que el caso Navalni es competencia única y exclusivamente de las fuerzas del orden y no tiene una dimensión internacional.
"No puede haber ninguna solicitud al Ministerio de Exteriores. Se trata de la implementación de las leyes rusas", dijo.
El canciller añadió también que Rusia no se propone incoar una causa penal por el incidente con Navalni.
"Dado que no encontramos nada en los análisis de Navalni que indique envenenamiento con sustancias militares, no tenemos fundamento en nuestra legislación para iniciar un caso criminal, no importa que alguien nos diga lo contrario", expresó.
Respuesta de Alemania a solicitudes rusas
El canciller ruso declaró que la respuesta de las autoridades alemanas a las solicitudes de información de Moscú sobre el caso Navalni fue burocrática.
"Fue una respuesta burocrática, no digna de un departamento destinado a ser responsable de los aspectos legales de los casos de aplicación de la ley", dijo Lavrov.
Agregó que, en su opinión, Rusia debería enviar una nueva solicitud, para que "los colegas alemanes no se vayan a creer que han cumplido sus funciones".
Asimismo, el jefe de la diplomacia rusa instó a Berlín a transferir los resultados de los análisis de Navalni que supuestamente contienen un agente de guerra química.
"Señores, alemanes, franceses, suecos, cumplan con su obligación internacional, presenten los resultados de los análisis que, según ustedes, contienen algún agente de guerra desconocido, ya que no está en las listas de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)", dijo.
Lavrov señaló que Rusia todavía no ha recibido de Alemania ninguna prueba material del presunto envenenamiento.
"Ni siquiera tenemos resultados de análisis, ningún informe toxicológico, nada de nada", indicó.
En este contexto, el canciller recordó que Rusia puede incoar una causa penal por lo ocurrido con Navalni solo después de recibir los resultados de sus análisis.
"Tan pronto como veamos esto, si se confirma el intento de envenenamiento con agente de guerra, iniciaremos una causa penal", aseguró.
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Justicia de Alemania afirmó que Berlín no transfirió a Moscú los datos médicos del opositor ruso por motivos de confidencialidad.
"Los datos médicos no fueron transferidos, quiero volver a recordarlos que los datos de salud de una víctima de un delito gozan de protección especial en virtud del derecho alemán e internacional", dijo ante la prensa.
Por la misma razón, las declaraciones de los médicos que trataron a Navalni no fueron transferidas a Moscú, agregó.
En cuanto a la respuesta a las solicitudes rusas sobre el caso del opositor que Moscú ya calificó de burocrática, el portavoz señaló que Berlín dio respuesta de acuerdo con el derecho internacional.
También indicó que el acto del interrogatorio de Navalni por la fiscalía alemana fue enviado a Moscú.
Según el Servicio Penitenciario Federal, Navalni fue detenido por múltiples violaciones de su libertad condicional, y fue declarado en busca y captura en Rusia el 29 de diciembre de 2020.