Este cariño se manifestó abiertamente durante las últimas tres décadas, cuando los chilenos posicionaron constantemente a Carabineros en el primer lugar de las instituciones más valoradas del país en las encuestas. Muchos destacaban que el mejor atributo de los uniformados color verde oliva era su incorruptibilidad, comparándolos con policías de otras latitudes, donde es posible sobornarlos en las calles para librarse de una multa.
"Siempre me acuerdo de que cuando era pequeña mi mamá me decía que si un día me perdía tenía que acercarme a Carabineros, porque ellos me ayudarían. En mi colegio se celebraba el Día del Carabinero (27 de abril); ellos iban a desfilar y llevaban a sus perros, y yo pensaba que eran buenos porque trabajaban con animales. Además, cerca de mi casa hay una comisaría y siempre que pasaba por afuera, los saludaba con un gesto", contó a Sputnik la enfermera Natalia Aravena.
Pero la imagen de Carabineros cambió en los últimos años.
Aravena hoy tiene 25 años; y al igual que gran parte de la población, cambió su postura sobre la institución y actualmente grita 'paco' de manera peyorativa.
En el contexto de las masivas manifestaciones ciudadanas contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera, en lo que se ha denominado "estallido social", un carabinero le disparó una granada lacrimógena directo al rostro, provocándole un trauma ocular que finalmente le hizo perder el ojo derecho.
Casos como este, de violaciones a los derechos humanos, indignaron a los chilenos.
En 2015, Carabineros nadaba en un mar de apoyo, con un 77% de respaldo ciudadano. Después de eso vino un tsunami de polémicas, que comenzó a hundir de a poco el prestigio de la institución con el desfalco más grande de la historia de Chile (46,6 millones de dólares), conocido como 'Pacogate'; el asesinato al comunero mapuche Camilo Catrillanca; violaciones a los derechos humanos; torturas, montajes, encubrimientos y vejaciones sexuales.
Aunque la institución intentó permanecer a flote durante todas estas polémicas, en este 2020 sucedieron tres hechos que concretaron el naufragio: el paro de camioneros, el caso Mapocho y un tiroteo en la ciudad de Talcahuano, en el sur del país.
Un polémico 2020
El 27 de agosto, el gremio de empresarios dueños de camiones inició una protesta para pedir mejoras en las condiciones de su rubro. Movilizó sus máquinas hasta las carreteras y bloqueó las rutas, generando un desabastecimiento que incluso afectó a los insumos médicos para enfrentar la pandemia del coronavirus.
Todos esperaban que Carabineros, al igual que sucede con aquellos que se manifiestan contra el Gobierno, utilizara sus carros lanzaguas y gases lacrimógenos para dispersar a los empresarios. Sin embargo, esto no ocurrió. La policía no actuó, e incluso escoltó a los camioneros durante la semana que duró la movilización, generando un rechazo en la ciudadanía.
El viernes 2 de octubre, una imagen terrible dio la vuelta al mundo. Durante una manifestación, un adolescente de 16 años fue empujado por un carabinero desde un puente al río Mapocho, en Santiago, a una altura de unos ocho metros. El joven impactó contra el concreto, quedó inconsciente, y solo la audacia de otro manifestante, quien saltó heroicamente al caudal, lo salvó de no morir ahogado y desangrado.
El 18 de noviembre, dos carabineros ingresaron a un hogar estatal de menores de edad en la ciudad de Talcahuano para atender a un niño que se encontraba con problemas de salud. Por razones que aún se investigan, los policías protagonizaron una trifulca y desataron un tiroteo en el interior del recinto, hiriendo de bala a dos niños de 14 y 17 años.
Estos tres hechos instaron al presidente Piñera a pedirle la renuncia al general director de Carabineros, Mario Rozas, y llevaron a gran parte de las autoridades de izquierda a exigir la refundación de la institución policial.
Una de ellas es la diputada del bloque Frente Amplio, Claudia Mix.
En conversación con Sputnik, la parlamentaria se refrió a un proyecto de ley que ingresó el presidente Piñera para modernizar Carabineros, aumentando algunos estándares y modificando protocolos.
"Las reformas no son suficientes. No se puede cambiar una cosa por acá y otra por allá; es necesaria una refundación de la institución. Carabineros reprime de manera sistemática al pueblo mapuche, tiene redes de corrupción enquistadas, muchos de ellos mantienen vínculos con el narcotráfico para vender armas, reprimen constantemente la protesta ciudadana coartando el derecho a la manifestación. Todos estos abusos no se terminan con una simple modernización", afirmó.
La diputada expresó su esperanza en el proceso constitucional que comenzará el 11 de abril del próximo año.
"Esperemos que la nueva Constitución establezca otro tipo de policía, más focalizada. Que haya una institución especial que se encargue de la migración, otra del narcotráfico, otra para las protestas y así, y que no sea una sola la que se encargue de todo", dijo Mix.
Verdad, justicia y reparación. Esto es lo que espera Natalia Aravena y las más de 3.000 víctimas que dejó Carabineros tras el estallido social. La reparación podría llegar, pues ya hay algunos líderes políticos que la plantean.
Sin embargo, Aravena aún no conoce la identidad del carabinero que le disparó. La investigación ha arrojado algunos sospechosos, pero nada seguro.
"Espero que llegue luego el día en que se encuentre al responsable y pague con la condena que merece por dañarme de por vida y así no pueda dañar a nadie más", afirmó.
La joven sabe que hay tres cosas que no podrá recuperar: su ojo derecho, una vida sin la experiencia traumática sufrida, y el respeto que tenía de niña por los 'pacos' de Chile.