Las autoridades sanitarias federales tratan de mantener sin riesgo de naufragio una economía que ya venía haciendo agua desde finales de 2019, pero a costa de cerrar el año con uno de los cuatro mayores números de muertes en el mundo, aunque en total de población es el número 10 del mundo.
Quiere decir que países con mayor población, como China, donde surgió la pandemia, sus vecinos asiáticos Indonesia, Pakistán y Bangladés, Nigeria en África, o Rusia, sufrieron menor cantidad de víctimas mortales.
Sin puente Guadalupe-Reyes
El presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien la oposición critica por asumir una actitud supuestamente pasiva frente a la emergencia sanitaria, invitó a los mexicanos a hacer gala de su "sentido común" y la sabiduría popular para evitar la extensión de los contagios cancelando las fiestas decembrinas.
En el inicio de una temporada navideña que se avecina complicada por un posible desborde de casos y saturación de la capacidad hospitalaria, exhortó: "Actuemos este mes de diciembre con plena responsabilidad y no relajemos la disciplina, no nos confiemos".
El jefe de Estado presentó a la nación un decálogo de recomendaciones que incluye evitar las visitas a las familias extensas, "dejar los regalos y fiestas de Navidad para otras fechas".
Trazó así un manto sombrío sobre el puente vacacional más esperado, desde el Día de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, al día de Reyes Magos, que traen los juguetes a los niños.
Las recomendaciones del mandatario fueron hechas una semana después de que la Organización Mundial de la Salud advirtiera a las autoridades mexicanas sobre la necesidad de "tomarse muy en serio" el impacto del nuevo patógeno y predicar con el ejemplo en el uso de mascarillas, ante una duplicación de contagios y decesos.
Inquietud ciudadana y oposición
En la primera semana de diciembre, el día 4, México registró una nueva cifra récord de contagios diarios, con más de 12.000.
Las estimaciones de organismos académicos y ciudadanos apuntan ahora a que el país podría alcanzar en los primeros meses de 2021 más de 200.000 muertes por COVID-19.
El opositor Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) denunció ante la justicia al Gobierno federal lo que llamó un "manejo desastroso" de la epidemia, con mensajes contradictorios sobre el uso de cubrebocas, la negativa del mandatario a portarlo, falta de pruebas suficientes y "maquillaje" de cifras de muertos.
"Nosotros denunciamos en la Fiscalía la negligencia criminal del Gobierno ante la pandemia, porque miles de vidas se habrían podido salvar si se hubieran realizado las pruebas masivas" explicó a Sputnik el presidente del PAN, Marko Antonio Cortés.
El líder opositor calificó de negligencia "la negación de la gravedad de la pandemia, que causó la expansión de la enfermedad y muertes que pudieron evitarse".
Sin presupuesto
La crisis sanitaria llegó a México cuando López Obrador realizaba una restructuración del sistema de salud creado en los últimos 35 años.
Eliminó el seguro popular que atendía a los mexicanos más pobres, creado por la primera Administración del PAN en 2004, y lo reemplazó por una nueva entidad, que hasta ahora no marcha plenamente.
Buscaba así remediar un sistema de salud gravemente aquejado en las últimas décadas por disminución en recursos, sucesivos recortes presupuestales desde 2016, y la corrupción rampante en la compra de medicamentos de alto costo.
"Además del descenso en el presupuesto, se ha producido en estos dos últimos años una restructuración de la Secretaría de Salud con muy pobres resultados", indicó a Sputnik el investigador en ciencias médicas Octavio Gómez Dantes, del Instituto Nacional de Salud Pública.
El experto se refiere a la política de "austeridad republicana" del líder de la izquierda, que aplicó recortes al gasto público del sector salud por 1.500 millones de dólares en dos años.
Sin cierres
Desde el 28 de febrero, cuando se detectó el primer caso en un mexicano que viajó a Italia, casi 1,4 millones han dado positivo en las pruebas realizadas para detectar la presencia del virus.
11 de diciembre 2020, 19:28 GMT
Sin embargo, México tiene uno de los números más bajos de pruebas realizadas en relación con su población, con poco más de 3,5 millones para 125 millones de habitantes.
Significa unas 27.000 pruebas por millón de habitantes, una de las cifras más bajas en América Latina.
Países como Perú y Brasil tienen niveles de 164.300 y 134.100 pruebas por cada millón de habitantes, respectivamente.
Xavier Tello, médico cirujano de la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en salud pública, señaló a Sputnik que "el bajo número de pruebas no permite rastrear con precisión la forma de cómo evolucionan los contagios".
El especialista explicó así por qué la tasa de casos positivos al nuevo coronavirus es tan alta, casi un 40% de contagios sobre el total de pruebas realizadas, cuando internacionalmente esa cifra se encuentra por debajo de un dígito.
"A diferencia de la mayoría de países de la región, México no realiza pruebas sino a pacientes que tienen síntomas, en la práctica se traduce a los pacientes más graves", añadió Tello.
Para complicar más el diagnóstico, además de evitar cierres totales obligatorios en las ciudades y limitarse a "recomendaciones" sin sanción, el Gobierno federal dejó en manos de los gobiernos locales las graves decisiones y consecuencias de restringir la circulación y cerrar la economía, que este año caerá al menos un 9%.