El 21 de diciembre, las acciones del gigante automovilístico cayeron hasta los 649 dólares. Eso ocurrió el primer día de que Tesla se estrenase en el índice S&P 500, uno de los más importantes de EEUU. Tras la negociación, sus acciones perdieron casi un 6,5% de su valor, y Tesla se convirtió en el líder de las caídas del parqué estadounidense.
La noticia llegó con el pánico por la nueva cepa del SARS-CoV-2 en el Reino Unido, y afectó a la mayoría de las empresas estadounidenses. Al mismo tiempo, los valores bursátiles de Apple subieron un 1,24% después de que Tesla cayera en bolsa.
La caída de las acciones de la empresa de Musk que se produjo el 21 de diciembre se debe a la corrección después del alza anterior y a la dinámica negativa generalizada en los mercados mundiales a causa del coronavirus.
El 22 de diciembre a la apertura de los mercados los títulos de la compañía cayeron hasta un 2,2%. Pero luego llegó una noticia optimista para ella, ya que sus acciones volvieron a subir hasta los 640 dólares.
Los títulos de Tesla son demasiado caros en comparación con su rendimiento (a las ventas y a las cifras de producción de automóviles) y se parecen mucho a una burbuja, afirmó Vitali Kalesnik, socio y director de investigación en Europa de Research Affiliates.
"Si bien Tesla es una gran empresa, sus acciones tienen signos muy claros de estar sobrevaloradas", comentó el experto en una entrevista concedida a CNBC después de que trascendiese que Apple planea producir su propio automóvil eléctrico autónomo.
¿Tesla tendrá un rival en la producción de automóviles eléctricos?
El gigante tecnológico de Cupertino está avanzando en la tecnología de automóviles sin conductor y piensa empezar a fabricar coches eléctricos para los pasajeros para 2024, informó Reuters. La estrategia de la empresa de Tim Cook se centra en un nuevo diseño de batería que podría reducir significativamente su costo y mejorar la autonomía del vehículo.
Con su proyecto de conducción autónoma, denominado Project Titan, la compañía comenzó a diseñar su propio vehículo eléctrico desde cero en 2014. Doug Field, un veterano de Apple que había trabajado en Tesla, regresó para supervisar el proyecto en 2018 y despidió a 190 personas del equipo en 2019. Desde entonces, la empresa ha progresado lo suficiente como para crear un automóvil para los consumidores, informaron dos fuentes familiarizadas con este plan y citadas por Daily Mail.
Algunos inversores de Apple reaccionaron con precaución a la noticia de Reuters. Trip Miller, socio gerente del inversor de Apple Gullane Capital Partners, comentó que podría ser difícil para la empresa de la manzana producir en masa automóviles. Hal Eddins, economista jefe de Capital Investment Counsel, señaló que Apple tiene un historial de márgenes más altos que la mayoría de los fabricantes automovilísticos.