"Hay langostinos vivos, vieiras, colas de rape que están bloqueadas dentro de los camiones y es posible que no las tengamos para las fiestas", advirtió Dominique Schelcher, presidente y director general de Système U.
El máximo ejecutivo de esta cooperativa minorista que agrupa a unos 800 hipermercados y supermercados independientes, señaló que el riesgo del desabastecimiento el 23 y el 24 de diciembre.
Francia suspendió desde la medianoche del 20 de diciembre, por 48 horas en un principio, el transporte de pasajeros y de carga manejada por personas desde el Reino Unido por tierra, aire y mar.
El jefe de Système U alertó también de los eventuales cortes del suministro tras el Brexit dado que el Reino Unido y la Unión Europea no han zanjado aún algunas diferencias, en particular en materia de pesca.
"Todo dependerá de las reglas de organización a partir del 1 de enero, dijo Schelcher. Sin un acuerdo entre Londres y Bruselas, o incluso con un acuerdo de mínimos, según él, "habrá sin duda problemas de abastecimiento de pescado y marisco desde el otro lado del Canal a principios de año".
El 19 de diciembre, las autoridades sanitarias del Reino Unido confirmaron la presencia en el sur del territorio británico de una nueva cepa del SARS-CoV-2 que se propaga con más rapidez y, según las estimaciones iniciales, podría ser un 70% más contagiosa, si bien no hay evidencias de que esta mutación repercuta en la gravedad de los síntomas, la tasa de letalidad, la respuesta de anticuerpos o la eficacia de la vacuna.
El secretario de Salud británico, Matt Hancock, admitió el 20 de diciembre que la nueva variante "está fuera del control".
La nueva cepa, denominada como variante 501.V2, se detectó también en la República Sudafricana.
Numerosos países optaron por suspender sus conexiones de transporte con el Reino Unido y Sudáfrica para evitar la propagación de la nueva cepa del virus.
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