El Encuentro de Pueblos y Organizaciones del Abya Yala, organizado por el expresidente Evo Morales (2006-2019), concluyó en Cochabamba con la firma de un documento enérgico y radical, en el cual las organizaciones indígenas del continente proponen cambiar las repúblicas por estados plurinacionales, inspirados en el que se fundó en Bolivia en 2009.
"Debemos organizarnos para realizar cambios estructurales", dijo Morales en el cierre del encuentro. "Eso significa acabar con el Estado colonial, el Estado impuesto desde afuera. Por eso durante la colonia hubo sublevaciones frente a la injusticia, la intervención, la invasión", afirmó el líder aymara.
"Necesitamos integración para la liberación de nuestros pueblos. Rebelión contra la injusticia y la desigualdad: esa es la lucha de los pueblos del mundo", arengó el expresidente.
Durante sus 14 años de mandato, Morales se presentó en escenarios internacionales —por ejemplo las asambleas de las Naciones Unidas— para hablar sobre las bondades de la Pachamama, que es como se llama a la Madre Tierra en Quechua y Aymara. La contraponía al sistema capitalista depredador, que llevaría al planeta y a quienes lo habitan a una extinción segura.
Sus discursos despertaban admiración entre los pueblos originarios de todo el mundo, que lo tomaban como un referente. Con el pasar de los años, el Gobierno de Morales se enemistó con gran parte de las organizaciones indígenas que lo habían llevado al poder en 2006.
El principal motivo estuvo en las obras de gran envergadura que planteaba realizar en áreas protegidas: explotación petrolera, represas y carreteras son algunas de las propuestas que no convencían a los indígenas cuyos territorios se verían afectados. Las noticias de los enfrentamientos entre Morales y los indígenas bolivianos llegaron a oídos de las organizaciones originarias de otros países, que empezaron a descreer del discurso a favor de la Pachamama esgrimido por el líder boliviano.
El 12 de noviembre —al día siguiente de haber llegado a su nueva residencia en Chimoré, en el trópico cochabambino—, Morales se reunió con líderes indígenas y sociales de varios países que habían acudido a celebrar su repatriación. Allí decidieron realizar este encuentro en San Benito, en el Valle Alto de Cochabamba, desarrollado el 18 y 19 de diciembre.
"En muy corto tiempo realizamos este encuentro. Era importante, porque dentro de poco tiempo habrá elecciones (en Ecuador y Perú) y una Asamblea Constituyente (en Chile)", comentó Morales. "Por ello queríamos compartir nuestra experiencia de una Asamblea Constituyente del pueblo", que tuvo lugar en Bolivia entre 2006 y 2008.
"Hubo tantas reformas constitucionales hechas solamente con representantes de los partidos en los congresos, o con supuestos expertos de leyes", relató Morales. Y aclaró que "en Bolivia los movimientos sociales, a la cabeza del movimiento indígena originario, nos hemos planteado acabar con esa república, con ese Estado colonial excluyente. Gracias a los pueblos indígenas tenemos un Estado Plurinacional al servicio de las comunidades".
Hace una década la región estaba dominada por gobiernos progresistas. En ese entonces, con el impulso del presidente venezolano Hugo Chávez se había conformado la Unasur (Unión de Naciones de Sudamérica). Para su parlamento se había construido la sede en San Benito, la población rural donde se realizó este encuentro.
"La derecha sudamericana ha puesto a la Unasur en el congelador. Ahora está agonizando, pero no perdemos la esperanza", dijo Morales.
En idioma Quechua, la palabra runa quiere decir ser humano. Pero tras siglos de colonización, se comenzó a utilizar esta palabra como insulto. Por ejemplo: pareces runa o ahí vienen esos runa, lo cual entraña una forma despectiva de referirse a las personas indígenas. Ahora, Morales intenta resignificar ese término para que recupere su carga positiva.
"Tengo mucha confianza en que vamos a lanzar nuestra Runasur. ¿Por qué no podemos gestar la Runasur, una Unasur de los pueblos?", preguntó con cara de broma, pero en serio. Adelantó que todavía se realizarán reuniones por videoconferencia para coordinar la creación de este nuevo instrumento político regional.
"No hay un instrumento en el cual los movimientos indígenas y los obreros estén unidos. Es importante que los pueblos tengan su Runasur para la liberación de Sudamérica y de toda América Latina", aseguró Morales.
Organizaciones indígenas y sociales de 10 países
El encuentro realizado en la sede de la Unasur contó con representantes de organizaciones indígenas y obreras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Panamá y Venezuela. En total 1.000 personas, según los organizadores, trabajaron el 18 y 19 de diciembre repartidos en tres mesas: Política, Social y Económica.
Entre sus conclusiones, solicitaron la instauración de una educación intercultural y bilingüe, la cual "debe ser inclusiva, sostenible y pertinente. Además, debe basarse en el ama sua, ama k'ella y ama llulla", una trilogía ética de la sabiduría aymara, que quiere decir no robes, no mientas y no seas flojo (o vago).
También solicitaron incluir a las mujeres en los procesos económicos y productivos de manera equitativa, para que ellas tengan independencia y ejerzan su autodeterminación.
Plantearon "erradicar los medios de comunicación hegemónicos que no representan a las poblaciones indígenas. El Estado debe garantizar el funcionamiento de medios de comunicación de sectores populares, pueblos indígenas y comunidades campesinas".
Entre otros puntos, también rechazaron la privatización del agua, que comenzó a principios de diciembre a cotizar en la bolsa de Wall Street.
Voces de la América indígena
Ava Ushoo, del pueblo Kichwa de Ecuador, comentó que "esta unidad que hoy hemos demostrado debe seguir para luchar contra este sistema. Debemos tener nuestro propio sistema de educación, de economía, de política. Caso contrario, siempre vamos a estar sumisos. Siempre vamos a ser solo escalera, utilizados".
Sonia Gutiérrez, del pueblo Maya de Guatemala, sostuvo que vuelve a su territorio "con el compromiso de construir los estados plurinacionales. En Guatemala estamos enfrentando una crisis sanitaria y también política, pero también estamos levantándonos los distintos movimientos organizativos".
Aseguró que en su país, el 70% de la población es indígena o afrodescendiente. Y agregó: "Estamos totalmente seguros de que a través de esta alianza, que hoy hemos reafirmado en este encuentro, en Guatemala también vamos a construir este Estado plurinacional, que reconozca nuestros modos de vida, nuestras formas de existencia".