"El Gabinete del presidente [del Consejo Europeo, Charles] Michel convocó una reunión para intercambiar información a nivel de capitales [de los países miembros de la UE] sobre los últimos desarrollos en relación con la variante del virus y las medidas relacionadas con ella", dijo la fuente a la prensa.
Las autoridades sanitarias del Reino Unido confirmaron la presencia en el país de una nueva cepa del SARS-CoV-2 que se propaga con más rapidez y, según las estimaciones iniciales, puede resultar un 70% más contagiosa, si bien nada apunta de momento a que sea más letal o que provoque más hospitalizaciones.
Dada esa situación, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció un drástico endurecimiento de las restricciones contra el COVID-19 en el sureste de Inglaterra, incluida la gran área metropolitana de Londres. La decisión incluye la cancelación de medidas de gracia previamente anunciadas para los días en torno a la Navidad, una opción que el mandatario conservador había rechazado implementar porque, según dijo, "sería inhumano".
Johnson anunció un nuevo nivel máximo de restricciones en Inglaterra —la banda 4, además de las tres inferiores establecidas hace seis semanas—, equivalente en la práctica al confinamiento domiciliario, que entra en vigor este 20 de diciembre en las regiones más afectadas por el virus.
Miles de británicos se apresuraron a abandonar la capital del Reino Unido para escapar de las nuevas restricciones anunciadas por el primer ministro. Se registraron enormes colas en las estaciones de tren. Los ciudadanos trataron de salir de Londres antes de la medianoche, momento en el que las nuevas medidas entraron en vigor.
Además, se cancelan las exenciones de las restricciones sociales y de viaje que iban a ser efectivas del 23 al 27 de diciembre en todo el Reino Unido.