Investigadores de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), en el estado de Sao Paulo, y la Universidad Federal de Río Grande Del Sur (UFRGDS) en Porto Alegre, del estado homónimo de Brasil llegaron a un importante avance científico en el campo del tratamiento del cáncer de próstata y de mama.
Los especialistas lograron sintetizar unas moléculas fluorescentes con actividad anticancerígena que mostraron niveles de eficacia hasta nueve veces mayor y 10 veces menos nociva que el cisplatino —fármaco que suele utilizarse en los tratamientos para combatir el cáncer— para el cáncer de próstata y, en menor nivel pero eficaces al fin, en el caso del cáncer de mama.
"Los compuestos mostraron una buena eficacia contra las células de cáncer de próstata y mama", explica el comunicado de la Unicamp, que precisa, además, que uno de los compuestos demostró una baja toxicidad —10 veces menor— contra células sanas.
Uno de los coordinadores de la investigación, Dennis Russowsky, explicó que lo que se hizo fue un "trabajo con la hibridación de moléculas, que es 'unir' dos sustancias diferentes para formar híbridos moleculares. Estas moléculas, una vez conectadas, pueden mostrar un aumento de una determinada actividad o la creación de una nueva actividad".
Fabiano Rodembusch, otro de los investigadores, quien trabaja en el área de la fluorescencia —fenómeno mediante el que una sustancia emite luz cuando se la expone a ciertas radiaciones—, explicó que esta técnica "permite a los científicos ver", lo que la hace "muy poderosa".
¿Cómo lo hicieron?
Utilizaron Monastrol, una molécula con conocida actividad anticancerígena, y sintetizaron nuevos compuestos híbridos con propiedades fluorescentes para observar su reacción frente a estos.
Los compuestos fluorescentes permiten observar "señales" que le da a los científicos información de su ubicación y actividad en las células. Con la molécula y los compuestos híbridos fluorescentes en contacto "podemos mirar dentro de la célula a dónde va esta molécula, en qué organelo actúa, si se pega a la pared, si actúa sobre el núcleo, es decir, es posible visualizar en vivo exactamente dónde está actuando esa molécula", ilustró Russowsky.
Esto se hace a partir de la "microscopía confocal", una especialidad técnica que utiliza la fluorescencia en esta molécula para teñir determinadas partes de la célula para poder ver exactamente cómo actúa.
Gracias a la eficacia que mostró una de las moléculas probadas, lo que resta es continuar con un proceso que comienza con un ensayo pre clínico, con cobayos y, tras este, uno posterior con seres humanos.