Fue un teatro-cine de estilo neoclásico en su momento de esplendor. Pero el 4 de diciembre de 2000, abrió por primera vez sus puertas como la sucursal de las librerías Ateneo más grande del país, y con una enorme particularidad: mantuvo la figura original del Grand Splendid, inaugurado un siglo antes, para 500 espectadores.
El Ateneo Grand Splendid se encuentra en el barrio porteño de Recoleta, sobre la avenida Santa Fe, uno de los corredores comerciales más importantes de la capital argentina. El imponente edificio inaugurado en 1919 destaca por su fachada de estilo afrancesado, que caracteriza gran parte del estilo de Buenos Aires.
Restaurado para la reapertura respetando su estilo neoclásico, lo que la transforma en un lugar único, le mereció ser reconocida por la revista National Geographic y el diario español ABC como la librería más linda del mundo en 2019,
© Sputnik / Francisco Lucotti
También está incluida en el podio de todos los rankings internacionales que se hacen sobre esta categoría, como en 2008 por el periódico británico The Guardian, que la ubicó en segundo puesto, por lo que se ha transformado en uno de los sitios de la ciudad preferidos por argentinos y extranjeros.
"Esta librería es hermosa, la arquitectura es bellísima, es muy lindo venir aquí, me atrae un montón. No vivo por la zona pero justo pasaba por acá y me acerque a dar una vuelta, ver si encuentro algo para regalar para navidad, pero más que nada de paseo, por la vista y porque es lindo", dijo a Sputnik Verónica Cordero, venezolana radicada en Argentina hace 11 años.
La empresa argentina Grupo ILHSA —propietaria además de la cadena de librerías Yenny, de la editorial El Ateneo, del sitio Tematika y la revista literaria Quid— invirtió a principios de 2000 un valor de 3 millones de pesos (equiparado por entonces al dólar) para la puesta en valor de un espacio que supo exhibir la primera película sonora y albergar una radio y estudio de grabación por donde cantó el célebre Carlos Gardel, ícono mundial del tango, la música porteña por definición.
Antes de la pandemia se realizaban alrededor de 200 eventos anuales, entre presentaciones de libros, miniconciertos, firmas de discos, actividades infantiles, exhibiciones y ciclos con prestigiosos artistas como los argentinos Eduardo Sacheri, Claudia Piñeiro, Quino y Charly García, o los internacionales John Katzenbach, Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez Reverte, Thomas Piketty, Ken Follett y Siri Hustvedt.
Su imponente estilo arquitectónico conserva los palcos originales y la cúpula pintada por Nazareno Orlandila. Se trata de la librería comercial más grande de Latinoamérica, con 2.000 metros cuadrados y una colección a la venta de 120.000 ejemplares.
Cuenta con cuatro plantas. En el subsuelo, el sector infantil y de música. En la planta baja, se encuentran los anaqueles con libros de ficción y no ficción, juegos, agendas, livings y palcos para lectura, además de una cafetería, en lo que antes era el escenario. El primer piso tiene libros técnicos y profesionales y en el segundo piso hay un sector dedicado a la música clásica, películas en DVD, y otro destinado a eventos. Hasta marzo de 2020 solía recibir unas 3.000 personas por día.