"Condenamos la decisión de Estados Unidos sobre las sanciones, incompatible con nuestras relaciones aliadas, las realidades militares y políticas actuales. Se trata de un duro golpe asestado contra los valores que caracterizan nuestra unión", dijo Akar a la agencia Anadolu.
Turquía selló un contrato con Rusia en diciembre de 2017 para adquirir varios sistemas S-400.
Washington exigió que Ankara renunciara a esa transacción y comprara los Patriot estadounidenses, amenazando con cancelar la venta a Turquía de los cazas F-35 e imponer sanciones. Pero Ankara se negó a hacer concesiones a Washington.
Las sanciones han tensado las relaciones entre Washington y Ankara. El Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan prometió a la Casa Blanca fuertes represalias.