Este producto lácteo debería ayudar al gigante a construir un negocio más sostenible capaz de influir sobre el cambio climático.
Los limones rescatados de ser desperdiciados sirvieron como el ingrediente clave para el primer sabor y se espera que otra variedad de este yogur comience a venderse en la segunda mitad de 2021, informó la compañía establecida en París en un comunicado, citado por la agencia Bloomberg.
Este alimento es fruto de un proyecto que Danone lanzó hace un año en asociación con la empresa Full Harvest Technologies. Su socio estadounidense gestiona un mercado en el que agricultores pueden vender sus posibles productos de desecho a los fabricantes de alimentos y bebidas.
En el envase se colocará un sello, primero de su clase, que ayudará a los consumidores a entender la huella que dejan estos alimentos: el producto utilizado como su principal ingrediente no ha sido desechado.
"Como una marca con un propósito, comprometida con el bienestar de nuestro planeta y su gente, Two Good reconoce que los residuos alimenticios son un problema en la industria que no puede ser ignorado. Al rescatar fruta que de otra manera se habría desperdiciado y crear esta innovación, estamos dando un paso más allá en nuestro propósito al construir un modelo de negocio aún más sostenible mientras que también estamos priorizando el planeta", señaló Surbhi Martin, vicepresidente de marketing de Danone América del Norte, en una entrevista con el medio Dairy Foods.
Hoy en día, un tercio de los productos comestibles que de otra manera podría servir de comida para las familias que necesitan apoyo se desperdicia en las granjas de EEUU. Además, entre el 30% y el 40% del suministro de alimentos se desperdicia anualmente en el país norteamericano, lo que equivale a 218.000 millones de dólares en pérdidas monetarias, comunicaron desde la empresa.
Mientras tanto, los analistas del grupo Project Drawdown, que aboga por tomar medidas contra el cambio climático, calcularon que hoy en día casi un tercio de la comida nunca se come. Como consecuencia, todos estos residuos comestibles llegan a ser responsables de alrededor del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero.