La medida se enmarca en la tendencia a la ampliación de la colaboración bilateral en el tema espacial abriendo paso a la implementación de proyectos conjuntos, como el despliegue en Argentina de estaciones terrestres de Glonass, instalaciones con las que ya cuentan Estados latinoamericanos como Brasil, Nicaragua o Cuba, además del interés que han despertado en otros países latinoamericanos.
En conversación con Radio Sputnik, el ingeniero electrónico colombiano Marco Terán —egresado de la prestigiosa Universidad Técnica Estatal Bauman de Moscú, donde su tesina fue sobre Glonass, además de haber profundizado en el tema durante sus prácticas en una gran empresa rusa de desarrollo tecnológico— enfatizó que "sí hay necesidad definitivamente de que Glonass funcione en toda Latinoamérica".
De acuerdo con el experto, el buen funcionamiento de un sistema global de navegación por satélite no sólo requiere de que "haya mínimo cuatro satélites en la zona de vista" del usuario, sino también "sistemas de corrección en la Tierra".
"La atmósfera es muy compleja y, cuando las señales viajan de los satélites, el receptor recibe mucha interferencia", ya que "su frecuencia se ve afectada por fenómenos atmosféricos como la ionosfera, la troposfera", algo que se puede corregir "si existen sistemas en la Tierra que midan esas señales y que sean capaces de detectar cuáles son las variaciones, cuáles son los errores, y mandar esa información al satélite" para que "mande esas correcciones a los usuarios últimos", explicó.
Y éste es el punto débil que por ahora tiene Glonass, es decir, que no dispone de la cantidad suficiente de estaciones terrestres para funcionar en todo el mundo, mientras que "GPS no tiene problemas con eso", puesto que EEUU y la OTAN tienen bases militares —y como consecuencia, estaciones de corrección— "en todas partes", lo cual garantiza "muy buen posicionamiento".
Al mismo tiempo, Marco Terán constató el avance de las infraestructuras de Glonass por América Latina, habiendo un acuerdo para desplegar ya la sexta estación terrestre en Brasil, donde "Glonass funciona muy bien".
"En Colombia también funciona bien, yo lo he probado, la hemos analizado, hemos visto la señal. Funciona bien en Bogotá, cerca del Pacífico, pero en el norte del país comienza a tener errores", apuntó el experto, al añadir que, trabajando en la Aeronáutica Civil de Colombia, comenzó —junto con colegas también del Instituto Geofísico— a "adelantar conversaciones con Glonass para ver si existiese la posibilidad de colocar una estación" en la nación andina.
En este contexto, lamentó obstáculos de carácter burocrático y también factores como "mucha propaganda negra" que existe en torno a "algo totalmente técnico, algo totalmente de ingeniería" y destinado a "mejorar la capacidad de posicionamiento".
Marco Terán se mostró convencido de que Latinoamérica debería facilitar el despliegue de Glonass en la región ante las desventajas que supone "utilizar un sólo sistema".
Argumentó, particularmente, que las normativas de la Organización de Aviación Civil Internacional instan a los países a "utilizar diferentes sistemas".
Asimismo, recalcó el factor de seguridad militar, debido a que "EEUU pueda apagar prácticamente GPS como lo hizo con Irak y como lo hizo con Afganistán en su momento".