Fue el 20 de noviembre de 1985 cuando la compañía fundada por Bill Gates lanzó su primer sistema operativo basado en ventanas. Lo hizo con un año de retraso según sus previsiones, siendo sustituida al poco tiempo por la versión 1.01 para subsanar un fallo grave en la inicial.
A diferencia de hoy, cuando Windows es un sistema operativo en sí mismo, independiente, en 1985 su primera versión utilizaba el kernel de MS-DOS. Es decir, utilizaba el núcleo del sistema operativo de este para que el software comunicara con el hardware de la computadora. En general, el Windows 1.0 funcionaba como una especie de programa que tenía que ejecutarse sobre el MS-DOS.
Costaba 99 dólares
Al cambio actual, es un precio similar al de una licencia para instalar Windows 10, la versión más moderna. Pero si el coste era equiparable, los requisitos mínimos de instalación de Windows 1.01 pueden provocar risa hoy en día.
Una historia de éxito
Windows es el sistema operativo para ordenadores personales más popular y utilizado del mundo. Algo más de 7 de cada 10 computadoras lo tienen instalado, hasta un 76,66% en el caso de España, donde los sistemas macOS y Linux prácticamente se reparten el resto: el 18,75% y 1,9% respectivamente.
Treinta años después, la interfaz gráfica de Windows 3.1 es muy reconocible. Y tuvo un gran éxito comercial; vendió alrededor de dos millones de copias en apenas unos meses. La versión 3.1 incluía un juego que marcó época y que siguió sirviéndose con las siguientes versiones: el buscaminas.
Y también de fracasos
Cinco años después, el éxito arrollador de Windows 95, con una arquitectura ya de 32 bits, se distinguió por aportar dos elementos que perviven en la actualidad: la barra de tareas y el menú Inicio. La otra gran característica fue la inclusión del navegador Internet Explorer.
Lanzada en 2001, Windows XP gozó de soporte extendido hasta 2014, y fue la competencia interna a las siguientes versiones de Windows, pues duró mucho más tiempo del que Microsoft previó. El XP era veloz, incluía ya soporte para redes WiFi, podía recibir asistencia remota y funcionaba a 64 bits. Fue la entrada a lo grande de Windows en el siglo XXI.