"Ya es hora de que la comunidad internacional con la Unesco a la cabeza tome medidas eficaces para reconstruir los monumentos sirios declarados patrimonio de la humanidad y destruidos por los terroristas", escribió el canciller, agregando que "la Federación de Rusia está preparada para contribuir al máximo a eso".
Los terroristas del grupo ISIS (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) tomaron Palmira, una de las más ricas ciudades de la antigüedad tardía, situada entre Damasco y el Éufrates, cuyos monumentos arqueológicos en 1980 fueron incluidos por la Unesco en la Lista del Patrimonio Mundial.
A finales de marzo de 2016, los militares sirios con el apoyo de la aviación rusa liberaron la ciudad, pero en diciembre del mismo año los terroristas volvieron a apoderarse de Palmira.
El 2 de marzo de 2017 los extremistas fueron echados de la ciudad, pero habían logrado minar su parte histórica y barrios residenciales. Los zapadores rusos necesitaron un mes y medio para llevar a cabo el desminado de Palmira.