"Llegó el momento de recuperar la Procuraduría y ponerla nuevamente al servicio del pueblo. Éste sin duda alguna se ha de convertir en un primer paso para un objetivo mucho más grande que debemos resolver en esta gestión, que es reconstruir la justicia boliviana", afirmó Arce en un acto en la sede presidencial.
El gobernante juramentó como nuevo procurador a Wilfredo Chávez, abogado del expresidente Evo Morales (2006-2019) y del Movimiento Al Socialismo (MAS) que en el último año se enfrentó varias veces al Gobierno transitorio de Jeanine Áñez en los tribunales.
Chávez apuntó que la Procuraduría "fue creada en 2009 para defender los altos intereses del Estado pero se había convertido en el último tiempo en una agencia estatal de persecución".
El nuevo procurador sustituye a Alberto Vargas, un abogado designado en octubre por Áñez y que resultó cesado por una objeción formal del parlamento debido a que patrocinó recientemente juicios contra el Estado.
El presidente encargó a Chávez una tarea fundamentalmente técnica de defensa de los intereses del Estado tanto en casos nacionales como en varias demandas internacionales pendientes de solución, entre las que se cuentan varias derivadas de nacionalizaciones realizadas en la década pasada.
"Necesitamos una justicia que nos sirva a todos, no a unos cuantos", remarcó Arce, sin dar más señales de las características de una reforma judicial.
La corrupción y la falta de independencia de la justicia son denunciadas frecuentemente como uno de los problemas no resueltos por la "refundación" del Estado boliviano mediante la Constitución Plurinacional de 2009, que estableció la elección de jueces nacionales por voto popular.