Guerra abierta
La seguidilla de atentados yihadistas en el país galo perpetrados últimamente parecen dejar claro que Francia está sumida en una guerra abierta desatada por los extremistas, enemigos de la libertad. A la decapitación de un profesor de hace unas semanas en los alrededores de París, en pocos días se han sumado dos nuevos ataques: uno en Niza y otro en Lyon, lo que demuestra que ninguna región de ese país está libre de sufrir la barbarie.
"El ambiente en Francia es de miedo", se sincera al respecto desde el país galo el columnista de Sputnik y exdirector de Euronews, Luis Rivas.
Un miedo que no se conocía antes, aclara el periodista. Estos atentados "también provocan una reacción contra los gobiernos sucesivos de izquierda o de derecha, en esto no hay ninguna diferencia, en cuanto al tratamiento de asuntos como la inmigración", advierte.
Macron en pie de guerra
En una entrevista concedida a la cadena catarí Al Jazeera, Macron lanzó una sentencia: "Los niños y las niñas tienen los mismos derechos, hay igualdad, y quien no lo acepte no puede vivir en Francia". Esto, a cuenta de lo que se entiende como una 'guerra cultural': la cultura francesa de la igualdad y la libertad de expresión, entre otras, y la cultura que quieren imponer los extremistas.
Así, en la entrevista Macron declaró la guerra, no solamente al islamismo radical, sino también a las declaraciones políticamente correctas. En clara alusión a afirmaciones lanzadas por la propia Al Jazeera, el mandatario galo disparó: "Me atribuyen que apoyo las caricaturas que insultan al Profeta. Apoyo poder escribir, pensar y dibujar libremente en mi país, es un derecho y son nuestras libertades. Me doy cuenta de que esto puede ser impactante y lo respeto, pero tenemos que hablar de ello".
Entonces, Macron volvió sobre sus pasos en la entrevista: "Los extremistas enseñan que Francia y su forma de vida no debe ser respetada. Enseñan que las mujeres no son iguales a los hombres y que las niñas pequeñas no deben tener los mismos derechos que los niños pequeños. Te lo digo muy claro: no en nuestro país".
Rivas subraya que Macron "también pretende responder y dirigirse a través de Al Jazeera al mundo arabo-musulmán, incluido a Turquía, porque su presidente [Recep Tayyip Erdogan] es uno de los que ha atizado la llama contra Francia para boicotear sus productos y para protestar por esos supuestos ataques a la religión musulmana, cosa que no es cierta".
El germen
Rivas ubica la base de esta guerra en la que se encuentra Francia. "Desde hace 30 años la escuela pública francesa no se atreve a enseñar a los niños asuntos básicos como la libertad de culto, la libertad de expresión. No se enseña a Voltaire, no se enseña incluso la Teoría de la Evolución Humana porque hay alumnos musulmanes que se niegan" a estudiarla.
"Por otra parte, hay que tener en cuenta que desde hace 30 años también en la escuela pública francesa, en lugar de estudiar lo positivo y lo negativo de la historia francesa, sólo se habla de lo negativo: la Francia colonial, esclavista. En definitiva, se ha enseñado a los niños de esos barrios de mayoría inmigrante musulmana a odiar a su propio país. La consecuencia es que casi el 75% de los jóvenes franceses musulmanes de menos de 25 años consideran que las leyes coránicas están por encima de las leyes republicanas francesas. Ese es un drama que es la base de todo para el futuro", avisa el analista.
Realidad, no ideología
"Las redes de inmigración ilegal son aprovechadas también por las organizaciones islamistas radicales. Se sabe muy bien también, por ejemplo, que pasar de Lampedusa al continente europeo no es nada complicado porque existen redes que lo hacen, no solamente para cuestiones políticas, sino también para cuestiones de tráfico de drogas y tráfico de personas. Es una vía fácil y la falta de controles supone la facilidad de acceso a los terroristas, está claro", afirma Rivas, y sentencia:
"Francia es un coladero para la inmigración ilegal".