El asesinato del maestro francés Samuel Paty el 15 de octubre en los suburbios de París por parte de un joven de origen checheno sacudió al país y al mundo entero. El docente había mostrado imágenes de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión, invitando previamente a sus alumnos musulmanes a retirarse para evitar que se sientan ofendidos.
Desde el Gobierno francés se vinculó rápidamente los homicidios con la religión. Estos dichos cayeron muy mal en los 8.000.000 de musulmanes que viven en el país europeo y que conforman la comunidad más grande del continente. Lo mismo ocurrió en diversas naciones y comunidades a nivel mundial que acusaron al presidente Emmanuel Macron de difundir un discurso de odio y antimusulmán.
La libertad y sus fronteras
"Respetamos la libertad de expresión cuando no agrede a nadie, pero la que usan para agredir y para insultar deja de serlo. La libertad se entiende como el respeto a la libertad de todos en general", dijo a Sputnik el presidente de la Asociación Islámica del Perú, Zuheir Mustafa.
"Si usted ve una persona cristiana, musulmana, católica cometer un error, no puede ligar a una religión, a una nación. En el islam hay personas que no son buenas, en el cristianismo también (...) es un acto individual, repudiable, nadie apoya esto, lo repudiamos enérgicamente", enfatizó.
Mensaje latinoamericano
Mustafa recordó que en Francia viven casi ocho millones de musulmanes que "vienen practicando su religión desde hace muchos años y no ha habido problemas".
Señaló que todos los líderes latinoamericanos hemos declarado que "estamos en contra de la violencia y en contra de que sigan maltratando a la figura del profeta".
"Es hora de que todos los presidentes del mundo actúen civilizadamente, como actúan los musulmanes que no agreden a nadie. Nunca hemos atacado la figura de Cristo, ni de la Virgen Maria. Al contrario, rezamos todo los días por ella, respetamos a todos los profetas por igual", sostuvo.
De qué crisis hablamos
"Él dice [por Macron] que el islam está en crisis. Pero con pruebas irrefutables queda claro que lo que está en crisis es especialmente Occidente. Y respecto del terrorismo, hoy el islam a todas luces, basta con abrir un diario, es la primera víctima en todo el mundo. Ahí tenemos la Palestina ocupada y saqueada, Yemen, Siria, Irak, Libia", enumeró en diálogo con Sputnik el sheij argentino Mohsen Ali.
"Si Francia quisiera ayudar, en primer lugar tendría que denunciar todo lo que ha hecho en los últimos 15, 16 años, para ayudar a la formación de grupos como ISIS [Estado Islámico]. Tendría que dejar de financiarlos y entrenarlos, y dejar que sean los musulmanes o los países islámicos quienes se los saquen de encima, o a lo sumo ayudarlos", dijo el también director de la Casa para la Difusión del Islam.
Por otro lado, también llamó la atención sobre otros aspectos que preocupan al Presidente como el crecimiento sostenido de la comunidad islámica en el país. "No olvidemos que Francia tiene en su territorio a un tercio de los musulmanes de Europa. Es un hecho que no lo dicen los diarios locales: cada vez hay mas franceses que adoptan el islam como método para adorar a Dios", reflexionó.
Para Moshen Ali esta realidad le preocupa a Macron porque, entre otras cosas, "el islam tiene un axioma que dice 'al tirano oponte, lucha con él y auxilia al oprimido'".