Las tropelías nocturnas de un grupo de encapuchados circulan por whatsapp.
Valiéndose de bengalas y cohetes sembraron el caos en la zona norte de la capital andaluza, llegando a tirar piedras a los autobuses y vehículos que transitaban e incluso, a los propios bomberos, a los que lanzaron botellas cuando intervenían para sofocar el fuego de tres contenedores en la calle Cortijo de las Casillas.
Las reyertas sucedieron a una protesta convocada anteriormente contra el toque de queda de 23:00 a 6:00 de la madrugada. La convocatoria, vía redes sociales, se anunciaba como pacífica, poco que ver con el colofón nocturno. Policía Nacional y Local se desplegaron en la zona, por el momento, a través de redes sociales y mediante el rastreo de perfiles y publicaciones de los propios protagonistas de los altercados, los uniformados han identificado a dos de los participantes, que serán denunciados por desorden público. La investigación sigue su curso.
"No podemos permitir que grupos aislados alteren la tranquilidad de un barrio provocando graves altercados en una situación de crisis sanitaria en la que todos los esfuerzos se centran en evitar concentraciones para frenar el avance de la pandemia", explica el delegado municipal de Gobernación, Juan Carlos Cabrera. Así las cosas, ya de madrugada el trabajo policial dio sus frutos, sobre las 01:30 horas de la madrugada se identificaba en su domicilio a uno de los integrantes del grupo.
"El barrio lucha por su libertad"
¿El grito de los manifestantes era la voz del barrio? No está de todo claro, hay reacciones desde el propio entorno contra este tipo de protestas.
La barriada de Pino Montando es una de las más significadas de Sevilla, como anuncia el Hip Hop de los ilustres vecinos de SFDK. Orillada en la zona Norte tras la Autovía SE-30, que actúa como frontera con el resto de la ciudad, siempre ha tenido una identidad propia.
Con más de 32.000 (en cifras de 2017) vecinos, se trata de un barrio de mediana edad, familias de clase trabajadora en su mayoría. Pino Montano destaca por su 32,77% de población extranjera, sobre todo, rumanos y marroquíes.
En las últimas elecciones generales de 2019, el color rojo (PSOE) teñía toda la zona Norte de la ciudad, con un 31,19% del voto. La sorpresa en esta zona de clase trabajadora la daba Vox, que sorpasaba al PP como segunda fuerza política, con un 20,94% de los votos. "Curioso modo de defender su libertad", se expresaba el representante del gobierno municipal del PSOE en el barrio, Juan A. Barrionuevo, "estos grupos de radicales organizados buscan, además de generar inseguridad y crispación, darse toda la publicidad posible".