Esta nueva ley fue elaborada en respuesta a las acciones de EEUU que limitan el acceso del país más poblado del mundo a las tecnologías estadounidenses. La Administración de Donald Trump restringió la exportación de artículos clave para el gigante tecnológico chino Huawei y otras compañías. Concretamente se prohibió exportar los chips en cuya producción se apliquen las tecnologías y el software de EEUU. Además, para Huawei fue limitado el acceso a otros productos de las empresas estadounidenses, incluido el sistema operativo Android y los productos de Google Play.
En estas condiciones las acciones de China para limitar sus exportaciones de tecnologías podrían considerarse como una respuesta a las medidas estadounidenses. Hasta ahora Pekín no había renovado la lista de productos para cuya exportación se requiere un permiso especial. Pero después del agravamiento de la batalla tecnológica entre China y EEUU, esta lista se amplió a los drones y los productos de inteligencia artificial, entre otros.
En la nueva ley no se indican los productos que se someterán a las restricciones. El Ministerio de Comercio de la República Popular China está redactando una lista especial. El documento también regula los principios de selección de las mercancías sensibles a la exportación, tomando en consideración, entre otros aspectos, la influencia de la exportación sobre los intereses nacionales y la seguridad, los compromisos internacionales, los países de destino de las exportaciones, los consumidores finales de mercancías, así como el historial crediticio de las empresas exportadoras.
En este caso China, al igual que EEUU, publicó de manera intencionada una ley ambigua. Pekín quiere reservarse la posibilidad maniobrar, en función del desarrollo de las relaciones con Washington. Hasta el momento China ha actuado de forma moderada, opina Xu Canhao, profesor del Instituto de Ciencias de Computación Electrónica y Tecnologías de la Universidad de Suzhou.
"Creo que las medidas de respuesta por parte de China aún están relativamente limitadas", destaca el experto.
Canhao explica que de momento el gigante asiático no ha desarrollado unas medidas importantes para agravar el enfrentamiento.
"De hecho, China no quiere ninguna división tecnológica, esperamos que todo el mundo colabore y promueva conjuntamente el multilateralismo", afirma.
Xu Canhao destaca los esfuerzos que ha hecho su país y asegura estar a favor de una moderación en la formulación de nuevas estrategias en base de la cooperación.
"Si el mundo opta por las restricciones tecnológicas y el enfrentamiento, será un gran error de la civilización humana", alerta el científico expresando su esperanza de que no sea así.
En muchas tecnologías fundamentales EEUU sigue por delante de China. Por lo tanto, el sistema de comercio global y los principios de división internacional, que estuvieron formándose durante muchas décadas, animaron a China a especializarse en los ámbitos donde el país tiene ventajas competitivas.
El país más poblado del mundo resultó ser dependiente de los chips estadounidenses y esquemas semiconductores, ya que desde hace varios años importa estos productos por un valor de 300.000millones de dólares al año, lo que supera las importaciones del petróleo crudo.
Como escribe el periódico japonés Nikkei Asia, la nueva ley china puede estar destinada a limitar las exportaciones de los metales de tierras raras para ciertos países. China aún no ha usado este recurso como un instrumento de presión, ya que para Pekín es importante sostener una gran parte del mercado y ser un proveedor seguro. Por otra parte, China tiene competidores incluso en otros ámbitos, como las tecnologías cuánticas, la inteligencia artificial, el transporte no tripulado, a los cuales no aplicará el control sobre las exportaciones, ya que ocupan un lugar importante en el mundo, afirma el experto Xu Canhao.
En primer lugar, la nueva ley de China puede aplicarse al posible acuerdo entre Oracle y TikTok. El presidente de EEUU, Donald Trump, anteriormente firmó varios decretos ejecutivos sobre la restricción del funcionamiento de TikTok, amenazando con prohibir esta aplicación en el país norteamericano.
Desde el principio Pekín percibió las acciones de Trump como un intento de quitarle a los empresarios chinos una gran parte del exitoso negocio. Y aunque la empresa estadounidense Oracle expresó su voluntad de adquirir una participación en TikTok, y Trump incluso bendijo este acuerdo, la compañía Bytedance no tomó ninguna decisión definitiva. Puesto que la nueva ley limita las exportaciones de las tecnologías de la inteligencia artificial, aún no se sabe si algún acuerdo sobre la venta de esta popular aplicación puede verse afectado por la legislación china, sobre todo teniendo en cuenta que los algoritmos son la principal ventaja competitiva de Tik Tok.