Tanto la exsecretaria de Desarrollo Social Rosario Robles Berlanga, como el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya Austin completan la lista de funcionarios que comprometen el legado del último Gobierno encabezado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En agosto de 2019 la exfuncionaria fue vinculada a proceso y se le dictó prisión preventiva justificada por riesgo de fuga. Pero el 25 de septiembre obtuvo una suspensión definitiva contra ese fallo, por lo que actualmente está a la espera de la determinación para seguir su proceso penal en libertad.
A su vez, Emilio Lozoya se encuentra actualmente en prisión domiciliaria debido a que enfrenta dos procesos penales. Uno de ellos lo involucra en delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa por su participación en el caso Odebrecht. El otro lo señala por lavado de dinero a causa de su relación con la compra de la planta chatarra Agronitrogenados.
La noche del 15 de octubre se sumó a esa lista el extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, quien fue detenido en el aeropuerto de la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, según el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
Informes periodísticos afirman que Cienfuegos fue detenido tras llegar a la Unión Americana en un viaje familiar. La Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) lo acusa por los delitos de narcotráfico y lavado de dinero.
Durante una gran parte del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) investigaciones periodísticas y especialistas relacionaron a su Gobierno con casos de corrupción. Algunos casos lo apuntaron de manera directa, pero en otros fue señalado por no tomar medidas tras conocer de las conductas indebidas realizadas por varios de sus colaboradores más cercanos.