"Estoy aquí para que se escuche nuestra voz, para que no se olvide la jornada de lucha que nos costó vidas, heridos y grandes pérdidas", dijo a Sputnik María Pallo, una vendedora ambulante que se unió a la marcha en el Parque La Alameda, a pocas cuadras del Banco Central.
Como en los tiempos de Correa, el acceso al Palacio de Gobierno estaba impedido por mallas, alambres, custodia policial y efectivos antimotines.
Entre los manifestantes también se encontraban personas que durante la pandemia del COVID-19 han perdido sus empleos, y vendedores informales que pedían que el Municipio les dé permisos para trabajar.
Miembros del colectivo denominado Bloque Proletario portaron dos féretros y escudos que fueron quemados y lanzados a las vallas de acceso a la Plaza de la Independencia.
Durante las movilizaciones y protestas de octubre de 2019, en Ecuador hubo saqueos y destrucción de bienes públicos y privados, vandalismo, bloqueos de carreteras, daños a instalaciones de producción de petróleo y una serie de actos violentos, incluida la quema del edificio de la Contraloría de la Nación, hechos sin precedentes en la historia del país andino.
Según la Defensoría del Pueblo de Ecuador, durante las protestas fallecieron al menos 8 personas, hubo 1.192 aprehensiones y 1.340 heridos.