Una investigación conjunta de la Universidad de Chile y del Instituto Milenio para la Investigación de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) reveló qué grupos sociales se han visto más golpeados por la llegada de la pandemia de COVID-19 al país que aún la atraviesa a duras penas.
En la primera entrega del estudio Vida en Pandemia, participaron poco más de 2.500 personas mayores de 18 años que habitan en todo el territorio nacional, hombres y mujeres, urbanos y rurales, de diversos niveles socioeconómicos, y de zonas con y sin confinamiento. El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 13 y 17 de julio de 2020.
Se trata de un trabajo interdisciplinario que explora la experiencia de personas y grupos durante la pandemia, "que es una crisis también de la subjetividad", donde se indaga los sentimientos, sentidos y orientaciones normativas "al vivir la transformación de la vida cotidiana en su multidimensionalidad, complejidad y diversidad".
"Los resultados han operado al contrario del sensu (norma) que el sentido común indicaría: que las personas mayores habrían sido más impactadas", revela Palma.
De acuerdo a la investigadora, la mayor vulnerabilidad de los adultos mayores en relación a la letalidad del COVID-19, además de las restricciones más severas en términos de confinamiento preventivo para las personas de ese rango etario, "hacía pensar que ellos tendrían mayor malestar". "Sin embargo, encontramos resultados distintos", añade.
Jóvenes más cansados y aburridos
La coordinadora explica que la investigación encontró, en primer lugar, que hay un conjunto de sentimientos y sentidos —como responsabilidad, preocupación, solidaridad y gratitud— que son compartidos en la sociedad. Sin embargo, se presentan en forma diferenciada en las experiencias según las generaciones, los estratos sociales y el género.
"Y encontramos que el mayor malestar está en los segmentos juveniles. Para nosotros, segmentos juveniles en estos rangos son el grupo de 18 a 29 años, y ese grupo está con mayor malestar", agrega Palma. El 71% de los hombres y el 79% de las mujeres entre 18 y 29 años dijeron sentir "responsabilidad". Por su parte, el 71% y 73%, respectivamente, relataron "preocupación", y el 65%, en hombres y mujeres igual, "aburrimiento".
El "cansancio" es un sentimiento que domina la experiencia de las generaciones jóvenes, con 78% en el caso de las mujeres y un 68% en el caso de los hombres, y que se diferencia en 46% y 24% respectivamente en el caso de los mayores de 60 años.
Estados de ánimo y modos de vivir la crisis
"El agravamiento del estado de ánimo es mayor entre jóvenes, que personas mayores, y entre mujeres que hombres", puntualiza.
El cierre de las escuelas y de restaurantes, junto con la suspensión de eventos sociales, incluso de las reuniones familiares, afectan a las personas. Si bien se han generado otras formas de encuentro y el confinamiento se ha dado con la familia al interior de los hogares, el sentimiento de "soledad" también fue medida en el estudio.
La "tristeza" está menos presente entre los hombres que entre las mujeres (28% y 41%, respectivamente); está menos presente entre los hombres mayores, y menos aún entre los hombres de mayores ingresos.
Por su parte, el sentimiento de "angustia" también está menos presente entre los hombres que entre las mujeres (33% y 46%, respectivamente), y está menos presente entre los hombres mayores que entre las generaciones jóvenes (18% y 55% promedio respectivamente) a pesar de lo que se pudiera pensar.
Finalmente, y con respecto a lo señalado sobre que lo jóvenes, mujeres y los sectores de menores ingresos son quienes han resentido más la crisis sanitaria, la investigación detalla y contrasta dos tipos de experiencia social: la de los hombres mayores, por un lado, y la de jóvenes (hombres y mujeres) y de mujeres de mas bajos niveles de ingreso, por otro.
Frente a este resultado, Palma recalca que los dos ejes más importantes son generación y género, más que la ubicación en términos de los grupos socioeconómicos, que es menos importante en la subjetividad, según ella, "a pesar de que uno podría decir que los hombres de los niveles socioeconómicos altos, los hombres mayores, están con mayor bienestar, y las mujeres, y las más jóvenes dentro de las mujeres están con mayor malestar, las mujeres más pobres, más jóvenes son las que tienen en el otro polo el mayor malestar".
Lo cierto según la coordinadora del estudio es que "dado que las mujeres y los jóvenes son quienes están más afectados, tendrá el Estado y la sociedad que ver cómo trata eso, porque si no lo hace será la pospandemia lo que producirá su propio malestar", concluye.