Durante un discurso grabado para la Cúpula de Biodiversidad de la ONU, Bolsonaro acusó a organizaciones y agentes externos de los problemas de la Amazonía, y dijo que el Gobierno seguirá mandando militares a la selva para frenar la deforestación.
"Vamos a dar continuidad a esa operación para intensificar aún más el combate a esos problemas que favorecen a las organizaciones que, asociadas a algunas ONG, comandan los delitos ambientales en Brasil y en el exterior", dijo.
Bolsonaro también expresó su "rechazo vehemente a la codicia internacional" sobre la Amazonía y remarcó que su Gobierno defenderá la selva de "acciones y narrativas que agredan a los intereses nacionales".
La semana pasada, en su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Bolsonaro se expresó en términos parecidos y llegó a culpar a los indígenas de los incendios en la Amazonía.
La atribución de los delitos ambientales a las ONG tampoco es una novedad; el año pasado, durante la crisis internacional provocada por la ola de incendios en la selva amazónica, el presidente brasileño acusó a estas organizaciones e incluso al actor estadounidense Leonardo diCaprio.