"Se cometieron irregularidades por parte de la Secretaría Técnica de la OPAQ, que reveló el hecho de prestar asistencia técnica sin tener nuestro consentimiento directo", dijo el ministerio ruso, al recordar que "de acuerdo con las declaraciones de Berlín, se trata de los acontecimientos que tuvieron lugar en Rusia y no en Alemania".
La Cancillería rusa subrayó que, de acuerdo con el anexo de privacidad a la Convención sobre las Armas Químicas, el consentimiento es obligatorio.
El ministerio añadió que no ha recibido las respuestas a sus solicitudes ni de Alemania ni de Suecia y Francia, "a cuyos laboratorios los alemanes entregaron las muestras en violación de las normas de procedimiento penal generalmente reconocidas".
También mencionó las tres solicitudes de ayuda legal que la Fiscalía General de Rusia envió a las autoridades alemanas para poder "determinar si hubo elementos de un posible crimen", lo que es "una condición necesaria para abrir un expediente penal, de acuerdo con la legislación rusa".
El 22 de septiembre, el activista anticorrupción ruso Alexéi Navalni fue dado de alta del hospital universitario Charité en Berlín, tras pasar allí 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.
Navalni fue trasladado a Berlín tras haber pasado dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, en Siberia, luego de que perdiera el conocimiento durante un vuelo de Tomsk a Moscú.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido en un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".
Un laboratorio militar de Alemania y, posteriormente, laboratorios de Suecia y Francia determinaron que el opositor ruso había sido envenenado con un agente del grupo del Novichok, una sustancia prohibida por la Convención sobre las Armas Químicas. Alemania proporcionó las muestras correspondientes a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.