El 2 de septiembre, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas de Alemania muestran que el opositor ruso Alexéi Navalni fue envenenado con una sustancia del grupo Novichok, incluido en la lista de sustancias prohibidas de la Convención sobre Armas Químicas. Alemania pide explicaciones a Rusia mientras que Moscú insiste en que Berlín responda a sus solicitudes sobre el caso.
"Reveló a todos los terroristas cómo hacer Novichok, aunque no sea en casa, pero sí en cualquier laboratorio que disponga de extractores", dijo el químico.
Según el químico, Mirzayanov "debe pedir perdón a la fiscalía, los órganos de seguridad estatales y el país por revelar la información clasificada en el libro y luego pedir perdón a toda la comunidad internacional por la descripción completa de Novichok para posibles elementos agresivos".
En sus entrevistas anteriores Rink cuestionó el envenenamiento del activista ruso con Novichok alegando que no tiene síntomas que lo confirmen y además, subrayó, se trata de una sustancia 100% letal.
Los médicos rusos que habían atendido a Navalni en primeros dos días tras el incidente en el vuelo habían descartado la versión de envenenamiento al no encontrar rastros de toxina en su sangre y orina y le habían diagnosticado un "trastorno metabólico".
Sin embargo, el 14 de septiembre, el Ministerio de Exteriores alemán declaró que la conclusión de sus expertos sobre el envenenamiento con la sustancia tóxica militar había sido corroborada también por laboratorios de Suecia y Francia, y que las muestras tomadas a Navalni habían sido proporcionadas a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.