El 22 de septiembre la agencia NASA informó que los tres tripulantes de la EEI, el estadounidense Christopher Cassidy y los rusos Anatoli Ivanishin e Iván Vagner, se refugiaron en la nave espacial Soyuz acoplada a la plataforma orbital.
"El 22 de septiembre por la tarde el Centro de Control de Vuelos de Rusia recibió la información de que la Estación Espacial entraba en la llamada zona roja, lo que suponía una posible colisión con basura espacial", señaló Roscosmos en un comunicado.
Tras analizar los datos, los expertos tomaron la decisión de realizar una maniobra urgente para eludir el choque y a las 21H19 GMT del 22 de septiembre encendieron los motores de la nave rusa Progress MS-14 por 150 segundos, esquivando así el impacto de los desechos espaciales.
"Se trataba de fragmentos de la segunda etapa del cohete japonés H-2A que explotó en febrero de 2019", dijo la fuente a Sputnik.
De acuerdo con sus datos, el cohete había sido lanzado en octubre de 2018 con seis satélites.
Según la información de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, recogida en el portal space-track.org, la explosión del artilugio japonés generó una nube de más de 75 fragmentos.
La reducción de la altura de la órbita de la EEI
El 7 de octubre la altura de la órbita de la Estación Espacial Internacional (EEI) será reducida en 1,4 kilómetros tras la maniobra realizada el 22 de septiembre para eludir un posible choque con basura espacial, comunicó la agencia espacial rusa, Roscosmos.
Al principio se pensaba elevar y no reducir la altura de la órbita de la EEI.
Por motivos de seguridad, durante la maniobra los tripulantes de la EEI se refugiaron en el segmento ruso de la EEI para estar más cerca a la nave tripulada Soyuz MS-16.
Más tarde una fuente de Sputnik en el sector espacial relató que la chatarra espacial que provocó tanta alarma fue un fragmento de una etapa del cohete portador japonés H-2A.
"Debido al cambio no programado de la órbita de la EEI realizado el 23 de septiembre para esquivar un choque con la basura espacial, el Centro de Control de Vuelos decidió que el 7 de octubre serán modificados los parámetros del cambio planificado de la altura de la órbita de la EEI", dice la nota publicada en la web de Roscosmos.
Los cambios se necesitan para crear condiciones balísticas óptimas antes del lanzamiento de la nave tripulada Soyuz MS-17.
Antes Roscosmos había comentado que el 7 de octubre la altura de la órbita de la EEI sería elevada en 400 metros.
Actualmente están trabajando en la plataforma orbital el estadounidense Christopher Cassidy y los rusos Anatoli Ivanishin e Iván Vagner.
El lanzamiento de la nave tripulada Soyuz MS-17 se realizará mediante el cohete Soyuz-2.1a, que partirá al espacio el 14 de octubre desde el cosmódromo de Baikonur.
Viajarán en la nave:
- los rusos Serguéi Rízhikov y Serguéi Kud-Sverchkov;
- la estadounidense Kathleen Rubins.