"Por supuesto preferiríamos un plazo de cinco años pero si EEUU no está listo, lo que es lamentable, es posible prorrogarlo por un periodo inferior, pero que sea razonable", dijo Riabkov en una entrevista con el periódico ruso Kommersant.
Indicó que si EEUU propone un plazo tan corto que no sea posible acordar nada serio, "será una mala decisión, aunque es mejor que nada".
"Tomando en cuenta lo difícil que es avanzar cuando hay tantas diferencias entre nuestros enfoques (...) proponemos prolongar el Tratado START en tal forma en la que está firmado, no buscamos ventajas unilaterales pero tampoco haremos concesiones unilaterales", declaró el vicecanciller.
Asimismo expresó desacuerdo con la propuesta estadounidense de reforzar las medidas de control y verificación en el marco del tratado.
"La verificación de START está ajustada a las tareas del tratado (...) el acuerdo garantiza la previsibilidad a nivel alto y no hay motivos para cambiar algo al respecto, no se puede imaginar unas medidas adicionales que correspondan a nuestros intereses de seguridad", dijo Riabkov al señalar que lo que pide EEUU está en sus propios intereses.
Recalcó que "el acuerdo actual corresponde a las necesidades y el espíritu del tiempo".
"Cuando las relaciones entre nuestros países son bastante tensas y carecen de confianza, las medidas de control tan entrometidas de las que está hablando EEUU me parecen simplemente impensables", expresó Riabkov.
El enviado especial de EEUU para el control de armas, Marshall Billingslea, declaró que Washington propone a Rusia firmar un memorando presidencial de control de armamento antes de elaborar un nuevo acuerdo que reemplace a START III.
Según Billingslea, el acuerdo marco no requerirá ratificación y Washington está dispuesto a firmarlo "ya mañana".
También propuso prolongar START III por un plazo inferior a cinco años mientras se elabore el memorando presidencial.
Además, apuntó a la necesidad de cerrar el agujero en materia de verificación e intercambio de datos que existía en START III, antes de concluir un nuevo tratado.
Billingslea sostuvo que Rusia tiene que aceptar la propuesta antes de las elecciones presidenciales en EEUU en noviembre, de lo contrario "la entrada será más cara" tras la reelección de Donald Trump.