El yuan se ha fortalecido un 4,5% desde finales de junio, lo que supone la mayor ganancia trimestral desde 1981.
Los analistas atribuyen el fortalecimiento de la moneda china a la estabilidad de la economía y al éxito de la lucha contra las consecuencias de la pandemia del coronavirus, especialmente en comparación con varios países occidentales, entre ellos EEUU.
El yuan no es una moneda libremente convertible. Todos los días, el Banco Central de China establece la así llamada tasa de referencia del yuan. La tasa real puede desviarse en una u otra dirección en no más del 2%. El Banco chino tiene suficientes instrumentos para controlar el tipo de cambio de la moneda china. No se permitió que el yuan se fortaleciera o cayera demasiado.
Sin embargo, ahora la situación ha cambiado. China hace frente a la pandemia del coronavirus mejor que muchos otros países. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, en 2020, China será el único país cuya economía mostrará crecimiento.
La exportación de productos chinos muestra el crecimiento. En agosto, las exportaciones aumentaron un 13,7% interanual: el doble que el mes anterior. Como resultado, el superávit de la cuenta corriente ascendió a 119.600 millones de dólares, lo que también empuja al yuan hacia arriba, ya que el país es menos dependiente de la moneda extranjera.
Por lo tanto, en la situación actual, la apreciación del yuan es natural, insiste el experto.
"El tipo de cambio cambia periódicamente y se prevé que la tendencia actual del yuan frente al dólar estadounidense continúe durante varios años", aseguró.
Asimismo, el analista evaluó el tipo de cambio del yuan a mediano y largo plazo. Destacó que en este contexto existen otros factores que afectan al tipo de cambio del yuan "como la estructura de la población, el ahorro neto nacional y la balanza de pagos".
"Este período es más largo que el ciclo macroeconómico de China o el ciclo del tipo de cambio", afirmó.
La estrategia económica de doble circulación anunciada por las autoridades chinas es una respuesta al estado internacional actual de la economía y el comercio. Esta estrategia supone que el mercado y el consumo interno serán los principales impulsores del futuro crecimiento del PIB de China.
Al mismo tiempo, no se trata del aislamiento de la economía. El circuito externo, es decir, las exportaciones, también debe apoyar el desarrollo del circuito interno.
La caída de la demanda mundial en medio de la crisis y las políticas de unilateralismo y proteccionismo tecnológico de algunos países llevan a China a reducir la dependencia de los mercados extranjeros. Además, la amenaza de sanciones financieras de los países occidentales hace que China piense en reducir su dependencia del sistema de pagos internacionales en dólares. El fortalecimiento del yuan también tiene un efecto beneficioso en la internacionalización de la moneda china, sostuvo el experto Xu Jiyuan.
"Las autoridades chinas no interfieren estrictamente en la gestión del tipo de cambio del yuan. Se espera que el yuan se mantenga generalmente estable e incluso se fortalezca frente al dólar en los próximos años. Esto promoverá el uso del yuan en el extranjero, especialmente para los inversores extranjeros que lo elegirán como un activo", agregó.