"No hay duda de la causa de este incendio: es la orquestación durante años de sufrimiento humano y violencia provocados por las políticas migratorias europeas y griegas", dijo Sandrone a Sputnik.
Preguntado sobre la posibilidad de que un incendio similar pueda producirse en otros campos, el coordinador evitó hacer proyecciones, aunque apuntó que "lo que sucedió en Moria es un testimonio de la negligencia y del fracaso del Gobierno griego".
"MSF presionó durante semanas a las autoridades sanitarias y de migración griegas para que establecieran un plan de respuesta al COVID-19 adecuado para Moria (...) Las autoridades griegas no lo implementaron, la UE y otros estados miembros de la UE rechazaron la responsabilidad e hicieron casi nada para resolver esta situación", añadió.
En este contexto Sandrone señaló que MSF está dispuesta a ayudar a Grecia a cumplir estas tareas.
"Solo podemos esperar que el mismo sistema inhumano de contención no renazca de las cenizas de Moria", indicó.
Además Sandrone dijo que los refugiados del campo quedaron sin asistencia médica tras el incendio.
"El incendio obligó a interrumpir la labor de todos los servicios médicos disponibles para los refugiados, incluida la clínica pediátrica de MSF", informó.
El coordinador precisó que el centro médico no fue quemado, ya que el equipo de MSF hizo todo lo posible para detener el fuego.
El 9 de septiembre un fuerte incendio se desató en el campo de refugiados de Moria y dejó a unos 12.000 solicitantes de asilo sin alojamiento.
El siniestro sucedió después de que trascendiera que 35 refugiados dieron positivo en las pruebas del coronavirus. Según los medios griegos, el incendio podría haber sido provocado.