Esta información la divulgó el director de la emisora Govorit Moskva, Román Babayán, quien fue uno de los representantes de los medios rusos que entrevistaron a Lukashenko.
La semana pasada, Lukashenko designó a Valeri Vakulchik, que se desempeñaba hasta entonces como director del KGB, como nuevo secretario del Consejo de Seguridad del país.
"Le preguntamos a Lukashenko si Vakulchik perdió su cargo como jefe del KGB por aquel caso [detención de 33 rusos] y dijo que 'sí'", comentó Babayán a la emisora.
Por su parte, el fiscal general de Rusia, Ígor Krasnov, agregó que el grupo de 33 nacionales rusos, detenidos en julio en Bielorrusia, fue arrastrado con engaños a Minsk por los servicios secretos de otros países.
"Tras estudiar los materiales relacionados con esta historia, también puedo confirmar que los rusos fueron arrastrados por engaño a Bielorrusia por los servicios secretos de otros Estados", dijo Krasnov en una entrevista con el periódico Kommersant.
El Gobierno bielorruso sospechó que los detenidos estaban preparando provocaciones durante la campaña electoral del país.
Según afirmó entonces el secretario de Estado del Consejo de Seguridad bielorruso, Andréi Ravkov, los rusos detenidos pertenecían a "la empresa militar privada Wagner".
El Kremlin negó las acusaciones de que Rusia envía a Bielorrusia grupos de "mercenarios" para desestabilizar la situación en el país vecino.
El cónsul ruso en Minsk, Kiril Pletnev, aseguró que los ciudadanos detenidos estaban en Bielorrusia en tránsito y debían volar de Minsk a Estambul y de ahí a América Latina.
El 14 de agosto, treinta y dos de los 33 rusos detenidos en Bielorrusia regresaron a Rusia. El otro, que también tenía la nacionalidad de Bielorrusia, se quedó en este país.