Su meta principal es pedir un aumento de sueldo del 60% y sentarse a negociar con las autoridades. La protesta es muy inusual porque están prohibidas para la Policía. Los agentes llevan carteles en los que se puede leer Mi vida no vale 40 pesos la hora (unos 0,54 dólares).
Además de una mejora del sueldo, los policías exigen más uniformes, equipos de trabajo, derecho a una vivienda digna y que no haya represalias por participar en las protestas.
Las demandas de los agentes comenzaron durante el fin de semana, cuando distintos mensajes empezaron a circular por las redes sociales llamando a salir a las calles. Los agentes y sus familias también detallaron una lista con las exigencias, entre ellas:
- un incremento del 60% al mínimo vital y móvil en todas las jerarquías y subescalafones;
- un incremento del 50% de las horas extras y del 100% los domingos y feriados y horas nocturnas;
- jornada de trabajo limitada a 36 horas;
- reconocimiento de la insalubridad;
- reducción del régimen jubilatorio y retiro con 25 y 30 años de servicio al 100% de los haberes;
- creación de una mesa de diálogo con el poder político y dar por cumplido el tiempo mínimo para todos los efectivos de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
Una de las medidas que tomaron como protesta consiste en atender solo las llamadas al 911. No patrullan comercios ni vigilan tierras que pueden ser usurpadas. Tampoco prestaban atención a las viviendas.