Tras la revisión de la ley de regalías, las comisiones especiales de la Cámara y el Senado de Colombia han puesto fin a los beneficios económicos de los que gozaban las actividades de explotación de yacimientos no convencionales.
A partir de ahora el fracking —utilizado para obtener hidrocarburos como el gas metano asociado al carbón, el gas de esquisto y el aceite o petróleo de lutitas— no gozará de regalías como hasta ahora.
En virtud de la ley 1530, aprobada en Colombia en 2012, esta controvertida práctica se beneficiaba de una regalía del 60% (un valor que asciende al 100% en el caso de las extracciones convencionales de petróleo). Con el artículo 210 fuera de la ley de regalías, ahora toda explotación de hidrocarburos pagará la misma tarifa.
Cabe destacar que esta decisión no tiene ninguna relación con la legalidad de la técnica de fracturación hidráulica en el país latino. Esa cuestión deberá resolverla el Consejo de Estado.