El Servicio Federal de Seguridad ruso ha completado con éxito una operación de desmantelamiento de tráfico ilegal de mercancías, informan medios rusos.
El órgano ha interceptado en una embarcación 100 toneladas de cigarrillos valoradas en 216 millones de rublos (más de 2,85 millones de dólares) enviadas desde Emiratos Árabes Unidos en cinco contenedores de 20 toneladas. Los responsables trataron de ocultar la mercancía en pasta de tomate.
El contrabando de tabaco está contemplado como delito penal en la legislación rusa. El responsable ya ha sido identificado y detenido.
Entre las funciones del FSB se encuentran la contrainteligencia y el espionaje, la seguridad interna y de fronteras, las medidas antiterroristas y la vigilancia. Su actividad ha sido imprescindible para impedir atentados en múltiples ocasiones.