"Trabajamos activamente en colaboración con muchos países para producir [la vacuna] en sus territorios. Tenemos acuerdos con la India, Brasil y varios otros países", dijo Dmítriev en una rueda de prensa virtual.
Precisó que actualmente Rusia se esfuerza para iniciar en noviembre de este año los suministros de lotes de Sputnik V, producidos fuera de territorio ruso, al mercado internacional.
Indicó que eso será posible gracias a la tecnología de la producción desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.
Además de la India y Brasil, esta lista incluye a Egipto, Uzbekistán, México, Argentina, Vietnam, Israel y varios otros.
"Pero actualmente nuestra barrera principal son las capacidades de producción adecuadas para satisfacer la demanda actual", puntualizó Dmítriev.
El pasado 11 de agosto, Rusia registró oficialmente su vacuna contra COVID-19. Se trata de una autorización especial: la vacuna se puede administrar solo a las personas de los grupos de riesgo y bajo un control estricto.
Sputnik V, según el nombre comercial de la vacuna, genera inmunidad hasta por dos años. El fármaco pasó dos etapas de ensayos, y la fase posregistro, en la que toman parte unos 40.000 voluntarios, comienza esta semana, según informó el ministro de Salud, Mijaíl Murashko.