Político de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania, el partido que gobierna Alemania, y exvicepresidente de la OSCE, Willy Wimmer tiene experiencia en observar y evaluar las tensiones que desde hace años se vienen produciendo entre Rusia y Europa occidental.
Wimmer no pone en duda la autoridad del hospital berlinés, pero cree que en este tenso contexto "habría sido lógico recurrir, por ejemplo, a los expertos del laboratorio químico suizo Spiez, cuya autoridad y reputación es incontestable". El alemán apunta que un centro como ese no podría estar involucrado en un conflicto entre la OTAN y Rusia dada la neutralidad que caracteriza a Suiza.
¿Un déjà vu?
En este sentido, el político alemán recuerda que cuando se produjeron esos hechos, el Reino Unido dudó si aceptar la versión inicialmente propuesta de lo ocurrido, que apuntaba al Kremlin como responsable del envenenamiento, o si habría que considerar el hecho de que cerca de donde se sintieron indispuestas las víctimas hay un laboratorio del Gobierno británico.
"Estas cosas provocan un gran malestar en la sociedad, ya que demuestran que existen fuerzas que, con acciones como esta, dirigidas a personas concretas, tratan de provocar una situación militar en Europa", opina el interlocutor de Sputnik.
Sea como sea, Willy Wimmer pone la situación en contexto y recuerda que EEUU se enfrenta muy pronto a unas elecciones presidenciales.
A las puertas de las mismas, dice, quizá no sea lo más conveniente para Alemania o Europa involucrarse en un nuevo conflicto con Rusia.
Una "respuesta común"
El Gobierno de Alemania ya ha comentado que quiere trabajar con sus socios de la Unión Europea para dar una "respuesta común adecuada" al asunto de Navalni. El especialista alemán cree que esta declaración será la excusa perfecta para Bruselas y que la OTAN se aprovechará de la situación para alimentar el conflicto.
En otras palabras, se puede decir que todo este asunto es interpretable como una operación de falsa bandera orquestada por un tercero con el solo fin de caldear el ambiente entre Alemania y Rusia. La historia reciente está llena de ejemplos de ello, como los intentos de chantajear a alcaldes de la isla alemana de Rügen para impedir el avance del Nord Stream 2, recuerda Wimmer.
"Se utilizan todos los medios posibles para provocar un enfriamiento de las relaciones entre la República Federal de Alemania y la Federación de Rusia (...). Lo peor de esta situación es que se trata de un estado amigo en el este de nuestro continente, por lo que las tuercas se están apretando constantemente para cambiar la situación política interna de allí y hacer que obedezca a Occidente", concluye el político.