Un vuelo de Ryanair que partía desde Londres con destino a Pisa, Italia, estaba listo para despegar hasta que fue irrumpido sorpresivamente por tres personas que buscaban evacuar a un pasajero que dio positivo en su prueba del COVID-19.
A pesar de que el pasajero tenía conocimiento de su diagnóstico con anticipación, decidió romper el aislamiento y se embarcó en el avión. El hombre y su acompañante fueron escoltados hasta un lugar aislado donde fueron asistidos por las autoridades locales de salud pública.
Una vez que abandonaron el avión, los asientos y compartimentos fueron desinfectados. Según publica Daily Mail, las líneas aéreas han implementado una serie de medidas sanitarias que debe cumplir cada pasajero, por eso consideran que si bien este hombre contagiado logró subir, el riesgo de que otros pasajeros se contagien es poco o nulo gracias a que todos llevaban las mascarillas puestas.