Según este sondeo, realizado en base a 1.200 entrevistas, el 88% de los brasileños consultados está "preocupado" o "muy preocupado" sobre la situación de la Amazonía: de ese total el 55% se dice "muy preocupado" y el 33% "preocupado".
Además, el 83% se dice "poco o nada satisfecho" con los esfuerzos para la preservación de la selva amazónica, y el 56% considera que en los últimos cinco años la situación empeoró.
Estos porcentajes explican que para la mayoría de los brasileños consultados el sentimiento de "tristeza" sea el predominante cuando piensan en la Amazonía (24% de los encuestados).
La deforestación en la Amazonía brasileña aumentó notablemente en los últimos meses entre agosto del año pasado y julio de este año. Las alertas por deforestación subieron un 34,5% respecto al periodo anterior, afectando a más de 9.200 kilómetros cuadrados, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), vinculado al Ministerio de Ciencia.
En los últimos meses, grandes empresas, bancos y fondos de inversión están presionando al Gobierno para que tome medidas al respecto porque temen que la política ambiental del país perjudique sus negocios, sobre todo a nivel internacional.