El 25 de agosto de 2020 fue un día triste en Barcelona. Ni el resplandeciente Sol de verano, ni las cálidas temperaturas pudieron levantar el ánimo de miles de seguidores del Barça que vieron cumplidos sus peores augurios: Leo Messi se quiere ir.
Además de los motivos futbolísticos, la relación con la directiva no era la mejor. La tensión entre Can Barça y el futbolista era palpable hasta que estalló con el denominado Barçagate. La contratación de una empresa para atacar en redes sociales a jugadores y miembros de la organización contrarios al actual presidente, Josep María Bartomeu, alejó todavía más a Messi del Camp Nou.
Una noticia que, a pesar de todo, cayó como una bomba en la capital catalana. La posibilidad de perder al mejor futbolista de la historia heló la sangre a la afición blaugrana.
Lo que no se cortó en Twitter fue el humor de muchos ante la posible salida del Barcelona de la estrella del fútbol.
Tampoco se frenaron las críticas a Bartomeu. Muchos lo consideran culpable de las intenciones de Messi y del caos existente en el Barça. Centenares de tuits atacan al presidente de la entidad, algunos desde altos cargos de la política catalana.
Es más, varios aficionados se reunieron en los aledaños del Camp Nou para pedir la dimisión del presidente y el resto de la junta directiva culé. La decisión del argentino podría barrer con los actuales mandatarios del club. De momento, el que fuera candidato a las elecciones del Barcelona en 2015, Jordi Farré, ha solicitado una moción de censura contra Bartomeu y todo su equipo. El acusado descarta dimitir por la probable marcha de Messi.
Hasta la fecha se desconoce dónde podría recular el argentino. Se habla del Manchester City, bajo las órdenes de Pep Guardiola; del PSG, junto a sus amigos Neymar y Di Maria; y del Inter. Lo que es claro es que el Barcelona no pedirá menos de los 222 millones de euros que recibió del PSG por Neymar.
A pesar de todo, la intención del Barça es que Messi continúe en su escuadra. "No contemplamos ningún tipo de salida a nivel contractual porque queremos que se quede. Hay que hablar con un respeto enorme de Messi porque es el mejor del mundo y de la historia. El futuro que nos viene es positivo con jugadores jóvenes y con Leo y no podemos salir de esta idea porque es nuestra idea".
"Leo ha dado mucho al Barça y es un matrimonio que se ha dado mucho y que ha dado muchas alegrías a la afición. Debemos luchar los que estamos dentro para que esto siga adelante", ha comentado el secretario técnico del club catalán, Ramon Planes, sobre el burofax de Messi.
En el caso de que abandonara el equipo, tampoco se sabe cómo será su salida. Messi tiene contrato hasta 2021 y en caso de querer romperlo tendrá que pagar una cláusula de rescisión de 700 millones de euros. La intención del futbolista es irse sin tener que pagarla, ya que ha esperado hasta el último partido de la temporada, situación amparada por la ley. El Barcelona no lo tiene tan claro, porque en el contrato del natural de Rosario indicaba que tenía hasta el 10 de junio para romper de manera unilateral con el equipo. Esta fecha fue establecida de manera que coincidiera aproximadamente con el final de la campaña. Entonces apareció el coronavirus y rompió los esquemas de la temporada 2019-2020. Un tira y afloja entre jugador y equipo que podría acabar en los tribunales.
Las nubes acechan Barcelona. El corazón blaugrana quedó encogido un 25 de agosto de 2020. Que vuelva a latir ya es otro asunto.