Según informaciones de la corporación recogidas por el diario O Globo, la operación, llamada 'Expoliador III', se saldó con "cuatro fallecidos y más de 300 detenidos" en todo el estado de Río de Janeiro.
Además de ladrones, los agentes detuvieron también a decenas de "receptores", los compradores de la mercancía robada, mayoritariamente a los camiones que transitan por las vías de entrada a Río de Janeiro.
La operación fue planificada durante dos meses, y la investigación concluyó que los narcotraficantes y los milicianos (paramilitares) están detrás de la mayoría de robos en Río de Janeiro capital.
Según la policía, el 79% de los robos de vehículos y el 65% de los robos de mercancías tienen que ver con estos grupos delictivos.
Estas organizaciones criminales prestan las armas a los ladrones, y las mercancías y vehículos robados ayudan a financiarlas.