"No, no tenemos canales de comunicación ni consultas, no mantenemos negociaciones", dijo.
Subrayó que "cualquier establecimiento de contactos significaría una injerencia en los asuntos internos de Bielorrusia", algo que Rusia "critica", considera "erróneo" ni va a hacer ella misma.
"Sabemos que la aplastante mayoría de los bielorrusos son decididos partidarios de la continuación de nuestra cooperación y lo apreciamos mucho", añadió.
Injerencia de Rusia
Rusia no va a injerir en el hecho de que contra los detenidos en las protestas en Bielorrusia fue usada la violencia, pues considera que se trata de un asunto interno de Minsk, destacó Peskov.
"Eso es un asunto interno de Bielorrusia, es un asunto de las autoridades de Bielorrusia. No nos metemos en eso", dijo Peskov, respondiendo a una pregunta al respecto de los periodistas.
Asimismo, Peskov declaró que no hubo provocaciones por parte de los manifestantes en las protestas en Bielorrusia.
El portavoz expresó la esperanza de que en el futuro "sea posible evitar y, si es necesario, prevenir cualquier provocación en este ámbito".
Al mismo tiempo, Peskov destacó que Moscú sigue preocupada por las señales de injerencia externa en los asuntos de Bielorrusia.
"Lo consideramos como inaceptable e instamos a dar a los bielorrusos la oportunidad de resolver sus problemas por sí mismos", indicó.
Vídeo de Lukashenko y su hijo con fusiles en las manos
Además, el Kremlin rehusó comentar las imágenes del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y su hijo con fusiles en las manos, difundidas en las redes sociales.
Se ve a Lukashenko con un chaleco antibalas y un fusil en las manos salir a la calle y hablar con los oficiales de seguridad que velaban por el orden en las protestas y prometerles "arreglárselas" con los manifestantes. Lo acompañaba su hijo Nikolái, también con un fusil.
"No responderé su pregunta", dijo el portavoz del presidente ruso, preguntado de si es adecuada tal reacción a las protestas.
Oposición bielorrusa busca ayuda
Por su parte, el opositor consejo coordinador (CC) de Bielorrusia celebraría la ayuda de los países europeos y Rusia en la tarea de entablar el diálogo con las autoridades, declaró la integrante de la presidencia del CC, María Kolésnikova.
"Nos importa mucho el apoyo de Alemania y de la comunidad internacional. Si es posible que los países europeos y también la Federación de Rusia presten ayuda al desarrollo del diálogo dentro de Biekorrusia, eso nos alegraría mucho", dijo al contestar a la pregunta de los periodistas sobre si el CC espera contar con la ayuda de los países europeos.
Kolésnikova, jefa del equipo del excandidato presidencial Víktor Babariko, en su tiempo había declarado a Sputnik que a la oposición le importa mantener relaciones de socios con Rusia.
El diplomático opositor bielorruso Pável Latushko, a su vez dijo que el CC sostiene consultas con los embajadores de ciertos países europeos en Minsk sobre la situación en Bielorrusia.
La Fiscalía General de Bielorrusia tras la fundación del opositor consejo coordinador abrió investigación basándose en el artículo 361 del Código Penal "Llamamientos a las acciones dirigidas a hacer daño a la seguridad nacional de la República de Belarus", declarando que la actividad del CC está apuntada a apoderarse del poder y dañar la seguridad nacional de Bielorrusia.
El CC a su vez afirma que las metas que ha proclamado y sus medios para lograrlas son legítimos y se basan en la Constitución de la república.
"El Consejo de Coordinación fue creado para establecer un diálogo. Es una especie de plataforma pública (...). No perseguimos el objetivo de cambiar el orden constitucional o cambiar el poder", dijo el activista.
Días antes las autoridades bielorrusas abrieron un expediente penal contra el organismo por el delito tipificado en el artículo 361 del Código Penal, que castiga con hasta cinco años de cárcel por llamamientos a derrocar el poder o cambiar de manera violenta el orden constitucional del país.
Latushko aseguró que el CC está dispuesto a entablar contactos con Rusia "a cualquier nivel", pero nadie en Moscú apoya esa iniciativa.
"Nadie se pone en contacto" con la oposición bielorrusa, "pero se da una valoración" a lo que está ocurriendo, aseguró el activista.
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas a raíz de las elecciones presidenciales del 9 de agosto que revalidaron el sexto mandato de Lukashenko, quien permanece en el poder desde 1994.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.