Según The Times, desde 2015, un hombre de 35 años de Florencia, que trabajaba como profesor de música y durante mucho tiempo no pudo encontrar un trabajo permanente, intentó pasar por la corte para obtener una asignación mensual de sus padres.
Posteriormente, un tribunal superior redujo la asistencia parental mensual de 300 a 200 euros, pero la decisión anterior se mantuvo.
Finalmente, este julio el Tribunal Supremo del país ha emitido una "decisión histórica" y dictaminó que los italianos deben aprender a valerse por sí mismos, según se desprende de los papeles recién publicados. Así, la jueza María Cristina Giancola anunció que el apoyo material de los padres no puede ser infinito y que los jóvenes deben "moderar sus ambiciones juveniles" y buscar la independencia económica.
El Tribunal agregó que la búsqueda de empleo prolongada e ineficaz no ayudó a su caso.
El año pasado, las estadísticas oficiales mostraron que el 64,3% de los italianos de entre 18 y 34 años vivían con al menos uno de los padres. De estos adultos jóvenes, solo el 36,5% eran estudiantes y el 38,2% estaban empleados, mientras que el 23,7% estaba en busca de trabajo.
La decisión sobre el caso del profesor de música ha provocado mucha emoción en toda Europa. Muchos, aunque lo consideraron justo, no obstante, señalaron que los jóvenes del país tienen cada vez más dificultades en el mercado laboral.
Gian Ettore Gassani, director de la Asociación Italiana de Abogados Matrimoniales, aseguró a CNN que hay cientos de miles de casos similares, y agregó que uno de los tres reclamos de divorcio está relacionado con el apoyo financiero de los hijos adultos de la pareja.
"Italia no es el único país que experimenta estas solicitudes de hijos adultos", dijo Gassani, citando estadísticas similares en países del sur de Europa como España y Francia, "pero definitivamente es el peor".
El periódico italiano Quotidiano.net señala que el mercado laboral contemporáneo obliga a los jóvenes a inventar roles en lugar de simplemente buscar trabajo.
En este aspecto, uno de los lectores del medio británico The Daily Mail que dedicó un artículo a la decisión de María Cristina Giancola recordó que el príncipe Harry también tiene 35 años y todavía no ha encontrado la manera de mantenerse a sí mismo desde que renunció a su trabajo como miembro de la familia real británica.